Augusto Ferrer-Dalmau ha dicho este miércoles, durante un coloquio sobre su obra celebrado en el curso de verano de la Complutense Novela histórica: el descubrimiento de España, que "no puede haber ideología en la Historia". El pintor de batallas ha señalado que, por ejemplo, en la Guerra de la Independencia, "no había ni rojos, ni azules ni verdes", y agregando que, en sus cuadros, hay "más o menos dinamismo, son más o menos bonitos, pero son hechos. Y en eso consiste mi trabajo: en dar imagen a las cosas que hemos sido".
El recién nombrado Guardia Civil Honorario ha subrayado la importancia de la investigación en la pintura histórica, así como la de los "asesores más críticos". Junto a los escritores Eva Díaz Pérez, Antonio Pérez Henares y Emilio Lara, el artista ha hecho un repaso por el conjunto de su obra –cuadros de las guerras de Flandes, de la Guerra de la Independencia, escenas marítimas o de caballería, etcétera–, si bien se ha centrado, sobre todo, en lienzos sobre la conquista de América por los españoles.
Ferrer-Dalmau ha insistido en su obsesión de reflejar fielmente la realidad y ha rechazado algunas de las imágenes imposibles que "nos ha vendido Hollywood". Sobre las armaduras de los conquistadores, precisó: "Cuando me dicen: '¿Cómo iban a ir así? Con el calor que hacía...'. Estamos hablando de señores fuertes, que llevaban lo poco que tenían, que no sabían lo que se podían encontrar y eran hostiles. Su vida dependía de un peto de armadura y de un casco".
Una de las obras de las que más se ha hablado ha sido La llegada, presentada en febrero en el Instituto Oviedo en León –la ciudad más grande del estado de Guanajuato, México–, y que muestra la entrada de Hernán Cortés en Tenochtitlan: "Hay una parte de México que considera que es heredera de esta entrada. Se investigó sobre los edificios, las vestimentas…".
El pintor ha dicho que quiso reflejar "un conjunto de la sociedad mexicana del momento": "Básicamente, esto es lo que podría haber sido la secuencia de cuando entraban en las calles de Tenochtitlan los conquistadores". En el lienzo, amén del ya citado Cortés, aparecen Marina la Malinche, Alvarado, o un ciudadano mexica que destaca por su expresividad. "Imagínate –ha dicho el catalán sobre este último– que ahora pasasen por la Castellana un grupo de marcianos. Dirías: 'Mi mundo se acaba'".
Otra de las obras analizadas ha sido Primus Circumdedisti Me, en la que se refleja el momento en el que Elcano se pone al mando de la nao Victoria y pone rumbo desde Tidore, Indonesia, a España atravesando el Índico hacia la costa africana, mientras otra de las embarcaciones españolas daba la vuelta e intentaba regresar por América: "Es una instantánea del momento clave. Hay discusiones, Portugal dice que fueron ellos con Magallanes quienes dieron la vuelta al mundo… Este cuadro es la instantánea del momento en que un español decide dar la vuelta al mundo. No discutamos más".
Un taller de pintura, su "gran objetivo"
Ferrer-Dalmau ha contado a LD que su "gran objetivo para este año es la creación del taller de pintores de historia", que tendrá por nombre Taller de Artistas de Historia Ferrer-Dalmau, al estilo del Taller Grekov ruso, que funciona "desde hace un siglo". El artista tiene la intención de arrancar este otoño, afirma que "el proyecto está muy avanzado" y quiere que esté integrado por becarios: "Quiero formar gente, crear una escuela que funcione y que sea mi legado".
Cabeza de Vaca, el "primer gran defensor de los indios"
Previamente, el director del curso, Antonio Pérez Henares, presentó su novela Cabeza de Vaca, que se centra en el primer viaje a América del conquistador jerezano. El escritor ha destacado que el protagonista de su último libro fue un hombre culto que escribía de un modo "genial": "Tiene unas metáforas increíbles. Cuando habla del amanecer, dice: 'Al reír el alba'".
Pérez Henares detalló cómo Cabeza de Vaca se formó como soldado guerreando en Italia y contra los comuneros, relató cómo se enroló en la desastrosa expedición de Pánfilo de Narváez para conquistar la Tierra Florida y el viaje de "nueve larguísimos y terribles años" que vino después: "Álvar se va a convertir en el primer hombre blanco que cruza desde las primeras costas de Florida hasta el Pacífico".
Además, el periodista reivindicó a Cabeza de Vaca como "el primer gran indigenista y el primer gran defensor de los indios" y atizó a los "estatuicidas": "Nos llaman genocidas los que no han dejado un indio vivo, y nos llaman racistas los que prohibían el matrimonio interracial hasta 1967".