El pasado diciembre, el granadino Omar Jerez y la madrileña Julia Martínez, referentes de la agitación artística subversiva por sus performances críticas con ETA, el antisemitismo o el fanatismo islámico, viajaron al conocido como Paralelo 38, la zona que divide a las dos Coreas, para realizar la intervención más peligrosa de sus carreras, que titularon "Happy Happy Kim Jong–Meal". Lanzaron diez hamburguesas desde Corea del Sur a Corea del Norte, una acción simbólica para denunciar las atrocidades del régimen de Kim Jong-un.
"Las hamburguesas son un símbolo capitalista. El capitalismo ha sacado a mil millones de personas del hambre frente a los cien millones de muertos del comunismo. En Corea del Norte murieron en los 90 más de dos millones de personas de inanición. Mejor morir de obesidad, mejor tener la posibilidad de comer mal pero comer", asegura Omar Jerez a Libertad Digital. El hecho de lanzar diez hamburguesas no es arbitrario, apela al día 10 de agosto de 1945, la fecha en la que se constituyó esta frontera que ocupa 238 kilómetros y despliega un millón y medio de soldados.
Fueron casi cuatro años de preparativos, estudiando el terreno y los puntos más factibles para la intervención. "Además de los soldados, había minas antipersonas, cámaras de seguridad, sensores de movimiento y francotiradores norcoreanos. Teníamos unos 55 segundos para hacer la performance antes de ser detenidos", explica. Le sobraron diez segundos. Llegaron al lugar elegido tras pasar un control militar surcoreano en el que dijeron estar practicando trekking. "Si nos llegan a detener hubiera sido un problema de seguridad nacional para Corea del Sur y podíamos haber creado un conflicto diplomático. Posiblemente nos hubiéramos enfrentado a 12 años de prisión", confirma el artista. "De cero a diez, el miedo que pasamos fue de 20".
"Teníamos una intención muy clara a la hora de hacer esta pieza", dice. "Hay una actitud tibia en el mundo del arte a la hora de criticar regímenes marxistas, comunistas y estalinistas, que son los que más muertes han causado en la historia de la humanidad, más de cien millones de muertos. No hay nada más terrorífico que lo que ha creado el comunismo. Corea del Norte es un producto comunista en el que no hay libertad. Para Kim Jong-un, todo pasa por la pena de muerte o los campos de concentración", critica Jerez. "El capitalismo tendrá millones de defectos, no lo negamos, pero ha sacado del hambre a millones de personas. Es libertad y ofrece posibilidades", apostilla.
Omar Jerez y Julia Martínez no suelen moverse por los circuitos oficiales del arte. "No somos como los artistas marxistas que critican al Estado y luego piden subvenciones. Nosotros nos autosubvencionamos o acudimos a financiación privada. Nunca usamos dinero público para no herir sensibilidades. Lo que hacemos lo hacemos bajo nuestra responsabilidad".
'Performance' contra ETA, la Camorra o las mafias latinas
Sus acciones buscan la reflexión social. En 2012, crearon una base arquitectónica que simulaba el espacio físico donde estuvo secuestrado 532 días Ortega Lara. En 2013, con el título "Omar Jerez en el país de las maravillas", se paseó por la zona proetarra de San Sebastián maquillado como si acabase de sufrir un atentado; en 2015, se enfrentaron a la Camorra napolitana; después, viajaron a Ciudad Juárez para denunciar el constante asesinato de mujeres. Alemania fue otro de sus escenarios, donde condenaron el afloramiento de los grupos neonazis. Una de sus premisas es ejecutar la performance delante de lo que critican.
Su siguiente objetivo es Chechenia, el único reducto "de Europa que sigue los preceptos de Arabia Saudí y que financia el terrorismo fundamentalista".