'Lovisual 2018', cuando la ciudad se hace museo
Logroño acoge estos días la tercera edición de un festival cultural que ha revolucionado sus calles
En la fachada de la carnicería Paco y Begoña, situada en la calle General Espartero número 3, en Logroño, unos pilares de tela se descuelgan del toldo y decoran un establecimiento que nunca se había visto vestido de semejante manera. Un poco por encima del letrero que anuncia el nombre del local, tres extrañas banderas decoradas con fotografías de trozos de carne de pollo, cerdo y ternera ondean ligeramente y le otorgan a la estampa un aire casi cómico, aunque extrañamente oficial. Los propios vecinos de la ciudad se sorprenden al ver los cambios repentinos que ha sufrido, de la noche a la mañana, su "carnicería de toda la vida". Aún se sorprenden más cuando entran a hacer sus compras: Lo que antes siempre había sido un acontecimiento anodino y mecánico, tan sencillo como lo puede ser cualquier interacción comercial, ahora se ha transformado en una suerte de subasta rebosante de actividad.
Los causantes de todo el alboroto son Alberto Berardi, Andrés Espinosa y David Salvat, miembros de Los Chavales Studio, un estudio de diseño que participa en la tercera edición del festival cultural Lovisual de Logroño. "En un acto tan cotidiano como comprar productos cárnicos se reúnen, en esencia, todos los elementos que modelan el sistema económico actual", explican ellos en el folleto del programa. "En la subasta, el público jugará un papel fundamental y verá cómo cada decisión del día a día tiene influencia en el desconocido y elitista mundo de La Bolsa".
Como ellos, otros 23 grupos de artistas, diseñadores y arquitectos se reparten por la capital riojana y ofrecen estos días sus particulares propuestas culturales a los paseantes de la ciudad. Cada uno en un local escogido, que puede ser desde una tienda de una conocida marca de ropa hasta una cerrajería. El objetivo de Lovisual es acercar el arte a las calles, facilitando la interacción entre los comercios, con sus escaparates, y los artistas. Este año, además, la gastronomía ha cogido más fuerza que en ediciones anteriores, gracias sobre todo a la inclusión dentro de la ruta artística de diez gastrobares que aderezan el paseo con platos exquisitos y, sobre todo, buen vino. También se sucederán una serie de actividades paralelas, como el Foro Lovisual, o las Aulas en la calle, además de los ya tradicionales Talleres y Premios Lovisual. "Se trata de una iniciativa que se consolida haciendo ciudad, posibilitando la sinergia entre diferentes conceptos: cultura, creatividad, diseño, turismo, comercio y gastronomía, y engrandeciendo cada uno de ellos gracias a esta fusión", celebra la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, durante el acto de inauguración.
La frase resuena en las puertas de la floristería Feliñarán, en la calle García Morato número 4, donde se han reunido todos los participantes del evento para dar inicio a su ruta inaugural. Unas luces de neón decoran las paredes y dibujan plantas y palabras, con la finalidad de simbolizar "las diferentes intencionalidades que hay detrás de una misma acción". Los artistas son Álvaro Carrillo y Gala Knörr, que inauguran Lovisual 2018 explicando al resto de la multitud su obra. "El obsequiar un ramo de flores esconde detrás una acción de consumo y de deseo. Queríamos que las personas que entraran en el local pudieran reconocer símbolos que representaran una emoción en la que se pudieran identificar". Después, uno por uno, el resto de creadores van cogiendo el relevo y guiando a la concurrencia por la Logroño, que realmente parece transformado en un museo peculiar y lleno de vida.
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