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El arte de José Manuel Ciria invade el Barrio de las Letras de Madrid… a pesar del Ayuntamiento

José Manuel Ciria y la Galería Blanca Soto han convertido la calle Almadén de Madrid en un museo al aire libre con su exposición Ataraxia.

José Manuel Ciria y la Galería Blanca Soto han convertido la calle Almadén de Madrid en un museo al aire libre con su exposición Ataraxia.
El arte contemporáneo de Ciria toma Madrid

José Manuel Ciria es uno de los referentes del arte contemporáneo español en este momento: con un currículum impresionante y un impacto fuera de nuestras fronteras del que muy pocos artistas actuales pueden presumir, incluso llegando a ser el protagonista de un documental del MOMA neoyorquino: Ciria, pronounced Thiria.

La exposición de Ciria que inauguró el pasado viernes la Galería Blanca Soto –y que estará abierta hasta el próximo 18 de junio– sería, por tanto, un acontecimiento destacado en el panorama cultural madrileño, pero aún lo es más por el formato que artista y galerista han elegido: la muestra, llamada Ataraxia, ha superado los límites físicos de la galería y ha tomado, literalmente, la calle Almadén, en el madrileño Barrio de las Letras, que se ha convertido en un museo al aire libre.

Una gran lona de 70 metros de largo y 3,5 de ancho cubre un buen tramo de la calle y nos introduce en un ámbito distinto, en otro Madrid. A partir de ahí vemos obras en diferentes formatos: algunas colgando de las paredes, otras pintadas en las persianas de los comercios, incluso unos cuantos bolardos y un par de papeleras se han convertido en obras de arte.

Por supuesto, también dentro de la pequeña Galería Blanca Soto las obras de Ciria ocupan todo el espacio, prácticamente desde el suelo hasta el techo con una gran cantidad de cuadros en formatos muy reducidos que dan una sensación de barroco abigarramiento.

Incluso se ha habilitado un segundo local unos metros más allá para exponer varios cuadros más de distintas épocas y diferentes series y de formatos mucho más grandes.

Pese al Ayuntamiento

Casi tan sorprendente como la exposición es conocer el complicado camino que se ha tenido que recorrer para su puesta en marcha y que han supuesto que se inaugure más de mes y medio después de lo que estaba previsto en un principio, ya que la idea era que coincidiese con la pasada feria ARCO, que tuvo lugar entre el 21 y el 25 de febrero.

La concejal de Ciudadanos Sofía Miranda explicaba a Libertad Digital que, pese a que desde un primer momento el proyecto se puso en conocimiento del consistorio, no sólo no se ha recibido ningún apoyo municipal sino que ha ocurrido más bien lo contrario: desde la Junta Municipal de Centro no se ha ayudado lo más mínimo al éxito del proyecto y, de hecho, solucionar la multitud de trabas legales ha llevado a que finalmente la exposición se ponga en marcha casi dos meses después de lo inicialmente previsto.

"Siendo un artista extranjero si esto tú lo presentas en París, o en Berlín, o en Londres o en Nueva York en cuatro días lo tienes resuelto, tienes que pagarlo por supuesto, tienes que tener seguro como se va a hacer aquí, dejar un fondo para que luego las fachadas queden perfectas y ya está", nos cuenta el propio José Manuel Ciria, visiblemente molesto por que la se haya retrasado "por todos los permisos y todos los líos".

"Si te gusta un bodegón te gusta el arte contemporáneo"

José Manuel Ciria nos cuenta también cómo nació la exposición fruto, sobre todo, de "una buena relación desde hace años" con la galerista y empezaron a plantearse una exposición que "al principio quería ser una exposición más íntima con formatos pequeños pero después le dije que para mostrar más obra y un poco de musculatura íbamos a invadir la calle y le encantó la idea".

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José Manuel Ciria, junto a una de sus obras en la calle | C.Jordá

La muestra ha supuesto, como es lógico, todo un acontecimiento en el barrio y entre los vecinos, tal y como también nos comenta Ciria: "La mayoría han sido muy receptivos e incluso se han acercado de las calles cercanas pidiéndonos que lo hiciésemos también allí, pero algunos pasan y dicen 'esto es horroroso'".

Es la típica reacción de algunos frente al arte contemporáneo, que sin embargo para Ciria no es algo diferente de la pintura o la escultura figurativas: "Si alguien visita dos veces el Museo del Prado le gusta el arte y, por supuesto, le gusta el arte contemporáneo", nos dice. "Aquella persona a la que le gusta un bodegón o un retrato bien pintado tiene sensibilidad para la pintura, sea de la época que sea", concluye.

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