Andy Warhol veneró a las grandes estrellas del cine de Hollywood y de la música como pocos artistas. Transformó a Marilyn Monroe, Liz Taylor o Elvis en grandes iconos del arte contemporáneo. Sumó en su lista de celebrities a nombres de la política tan antagónicos como Mao y Jackie Kennedy. Además, abrazó sin prejuicios la cultura del consumo de masas estadounidense y la hizo llegar al resto del mundo. Hoy las latas de sopa Campbells son universales.
Una exposición, organizada por la Obra Social La Caixa junto al Museo Picasso Málaga, trae a Madrid 348 piezas entre pinturas, esculturas, dibujos, serigrafías, portadas de discos, revistas o material fotográfico, procedentes de más de 30 colecciones privadas y públicas de la categoría de la Tate de Londres, el MOMA de Nueva York o el Pompidou de París. La muestra trata de evidenciar la transmutación que experimentó el conjunto de su legado a lo largo de su carrera. "Warhol fue un artista,un creador visual, un emprendedor, un empresario y un diseñador", describió José Lebrero, director artístico del Museo Picasso Málaga y comisario de la muestra. "Su obra nace y se desarrolla en la sociedad de consumo y está muy vinculada al sentimiento de deseo, a la idea de crear algo para que otro tenga la necesidad de tenerlo", puntualizó.
Las latas de su madre
Las 32 latas de sopa Campbell que realizó en 1962 supusieron su primera exposición individual en una galería de arte como artista profesional, aunque no tuvo demasiado éxito. Dos años más tarde, sin embargo, le hicieron convertirse en el artista estadounidense vivo más cotizado del momento...y todo gracias a su madre. A Julia Warhola le encantaba esa sopa, como a la mayoría de la clase media estadounidense. No solo disfrutaba de su sabor, sino del recipiente, pues solía convertir esas latas en floreros. En la muestra puede verse un dibujo que Julia Warhola pintó en la cocina de su casa, unos trazos simples de dos latas de sopa junto al garabato de unos gatos. Andy copió la idea y la caligrafía. "Warhol tomó como suya la escritura de su madre y la convirtió en la grafía de sus diseños", apuntó Lebrero.
"Andy Warhol. El arte mecánico" hace referencia a la naturaleza repetitiva de sus obras, al concepto de replicante que aplicó a sus creaciones seriadas. Abarca desde sus inicios como incipiente diseñador gráfico comercial en Nueva York, trabajando en revistas como Glamour, Vogue o Harper's Bazaar, los famosos retratos de los 70 y sus últimos años hasta su muerte en 1987, convertido ya en un mito del arte pop.
Es bastante paradójico que las obras más coloristas y famosas de Warhol vayan acompañadas de un halo de tragedia. Según explicó José Lebrero, Warhol siempre tuvo presente en su producción el concepto de efímero. Creó el retrato de Marilyn Monroe en 1962, el año en el que la actriz se suicidó. El de Liz Taylor está fechado en 1963, cuando la protagonista de Cleopatra atravesaba una grave crisis de salud que hacía presagiar su muerte. La desgracia rodeaba a Jackie Kennedy tras el asesinato de su marido en el momento en el que Warhol la inmortalizó en otra de sus míticas obras.
Gracias al artista de Pittsburgh contamos hoy con una versión de Mao Zedong alejada del comunismo y erigida como símbolo de la libertad artística y el capitalismo. Esa famosa obra, cedida para esta exposición por la Colección Josep Suñol, se realizó tras la polémica visita de Nixon a China. "Ese retrato de Mao sacado del Libro Rojo llega a Estados Unidos convertido en una estrella de cabaret", aportó el comisario de la muestra.
El artista 'vendido'
A partir de los años 70 y 80, Warhol se ofrece como retratista, una decisión muy criticada por parte de los críticos de arte del momento que lo tacha de artista vendido al capitalismo. De esta época son los retratos de John Richardson, Mohamed Alí o Giorgio Armani. "Es consciente del funcionamiento del mercado del arte y con estos trabajos obtiene dinero para otros proyectos", puntualizó Lebrero.
La exposición quiere mostrar la parte más oscura del trabajo de Warhol con sus seriales sobre suicidios, accidentes de tráfico, sillas eléctricas o los famosos retratos de los trece hombres más buscados por el FBI.
Warhol vivió la movida madrileña
La muestra permite a Warhol reconciliarse con Madrid. Visitó la capital en enero de 1983 para participar en la exposición "Pistolas, cuchillos y cruces" aunque con desigual éxito que en esta ocasión. Aquella vez, apenas logró un par de encargos en nueve días.
"Andy Warhol. El arte mecánico" viene de Barcelona dónde ha sido un auténtico éxito, visitada por más de 228.000 personas. En Madrid ha incorporado cuatro obras como Elvis o un Autorretrato cedido por la Colección Alicia Koplowitz.
Ficha:
Lugar: CaixaForum Madrid (Paseo del Prado, 36)
Horario: De lunes a domingo, de 10 a 20 horas.
Precio: entrada gratuita para clientes de La Caixa y menores de 16 años. Resto de público cuatro euros.