En el año 2007, Rafael Moneo finalizó una de sus obras más polémicas: la ampliación del Museo del Prado. Para ello invadió el famoso claustro de la iglesia de San Jerónimo el Real, conocida como 'Los Jerónimos', para disgusto de muchas novias devotas de ese templo por su empaque.
El claustro 'viejo' pasó a ser un claustro 'nuevo' que alberga actualmente buena parte de la ya de por sí extensa colección del Museo del Prado. La pinacoteca se expuso a su extensión más audaz, porque el popularmente conocido como 'cubo de Moneo' a pocos dejaba indiferente.
Diez años después, la mastodóntica construcción está más que asentada en el imaginario popular. Por tanto, se puede decir que concluyó con éxito la ampliación del Museo del Prado llevada a cabo por este arquitecto tudelano, cuyo plan añadió todo un edificio de nueva planta articulado en torno a ese ya famoso claustro restaurado de los Jerónimos.
El Prado celebra esta efemérides con una exposición a cargo del fotógrafo Joaquín Bérchez, cuyo análisis de la arquitectura de Moneo se plasma en las 26 fotografías que se exhiben en el Claustro. Y para los que no se puedan acercar, el Museo completa su renovación tecnológica gracias a la publicación de diez vídeos en 360º, algunos de ellos dedicados a los espacios de trabajo de la ampliación inaccesibles al público visitante.
Además, de esta exposición (que se podrá ver hasta finales de enero de 2018) se ha editado el correspondiente catálogo, convertido en una publicación conmemorativa: Museo Nacional del Prado. Rafael Moneo, 2007-2017. El libro incluye un estudio de Jorge Fernández-Santos, un ensayo fotográfico de Joaquín Bérchez y un balance de lo que esta ampliación ha supuesto para la modernización de la institución.