Una instantánea del asesino del embajador ruso en Ankara, con la pistola aún en la mano y el cuerpo del diplomático tendido en el suelo en segundo plano, ha ganado el World Press Photo, el premio más importante del fotoperiodismo internacional.
La imagen "Un asesinato en Turquía" es obra del fotoperiodista turco Burhan Ozbilici, que lleva 28 años trabajando para la agencia Associated Press. Fue tomada el 19 de diciembre de 2016, cuando un policía antidisturbios que estaba fuera de servicio, Mevlüt Mert, acribilló a tiros al embajador de Rusia en Turquía, Andréi Kárlov, en una sala de exposiciones de Ankara.
"Felicito al fotoperiodista, tuvo mucho coraje e hizo su trabajo de forma heroica", dijo en una conferencia de prensa el presidente del concurso, Stuart Franklin. "No es fácil imaginarte en una situación así sin saber qué está pasando, poniendo tu propia vida en riesgo. La serie de fotografías que hizo es impresionante", añadió.
Ozbilici compareció emocionado por el galardón y dijo que "tenía dos posibilidades: quedarme y hacer mi trabajo de periodista o salir corriendo", pero que sintió "la responsabilidad de representar al periodismo", por lo que decidió continuar disparando con su cámara a pesar de que el terrorista llegó a apuntar con su arma hacia el público.
"El hombre armado había asesinado a una persona inocente, pero decidí seguir haciendo mi trabajo", dijo Ozbilici. "Mi fuerza interna, basada en valores humanos que todos compartimos, me dijo que permaneciera en pie", añadió.
El fotoperiodista dijo que no prestó atención a las palabras del terrorista, que tras disparar al diplomático gritó "¡Alá es grande! ¡Alá es grande! ¡Nosotros morimos en Alepo, ustedes mueren aquí!", haciendo referencia a la intervención de Rusia en la guerra de Siria.
"Si me hubiera concentrado en sus palabras no habría podido centrarme en sus movimientos", apuntó. Reconoció que pasó miedo, pero que en ese momento sintió "el apoyo de todos mis colegas, del periodismo de todo el mundo".
El jurado, que recibió más de 80.400 imágenes, reconoció en un comunicado que seleccionar la imagen de un atentado terrorista como fotografía del año ha sido "una decisión muy difícil", pero que refleja "el odio de nuestros tiempos".