Un buen truco de magia inocula en el espectador la semilla de la inocencia. Las leyes de la lógica se desvanecen ante las evidencias que creen percibir nuestros sentidos. Los habilidosos magos, sea con juegos de cartas, números de escapismo o habilidosas ilusiones ópticas, llevan siglos entreteniendo y perturbando a aquellos que con recelo los observan. Primero fue en barracas de feria, luego en sofisticados teatros y más tarde en espectáculos de masas en mitad de la calle. La exposición "Houdini, las leyes del asombro" recorre la historia de la magia moderna y su evolución hasta nuestros días.
Harry Houdini (Budapest, 1874-Detroit, 1926) sirve de guía en este paseo por la magia moderna. "No es el mejor mago de la historia, pero sí el más célebre", subrayó durante la presentación de la muestra María Santoyo, una de las comisarias. Houdini incorporó a sus números conceptos futuristas como la fuerza física, la velocidad, la tensión y el reto. "Fue un creador y un innovador" que supo "coger de su tiempo los elementos que iban a marcar la modernidad. En sus espectáculos generaba futuro", añadió Santoyo.
La exposición, que puede verse hasta el 28 de mayo en la sede de la Fundación Telefónica de Madrid, cuenta con reproducciones de carteles de la época, objetos de magia de principios del siglo XX, los primeros estudios sobre magia y prestidigitación, una réplica exacta de la camisa de fuerza de Houdini, juguetes ópticos o un fantascopio.
Harry Houdini encarnó los ideales del modernismo e hizo suya la frase del "más difícil todavía", buscaba "hacer creer lo imposible".Entrenaba a diario para sus números de escapismo. En este contexto, la exposición incluye piezas originales de un gimnasio decimonónico, el segundo más importante de España, de Segovia, que se conserva casi intacto.
No esperen que se desvelen los trucos –eso nunca lo haría un buen mago–, pero la muestra sí que acerca al visitante a las claves de los juegos visuales que engañan al público. Un mago es capaz de hacer desaparecer un elefante ante miles de personas. Esta sección permitirá aproximarse a la base científica que se encuentra en gran parte de los trucos ejecutados a lo largo de la historia. "Los magos tienen un conocimiento intuitivo de cómo funciona el cerebro", añadió Miguel Ángel Delgado, otro de los comisarios. "Aprovechan las limitaciones y debilidades del cerebro en su propio interés", añadió. De ahí que, según explica, el estudio de estos trucos abran vías para el tratamiento de enfermedades.
Houdini era mago, sí, pero no un farsante... De hecho, emprendió una cruzada para desenmascarar a los que defendían el espiritismo y la brujería. La exposición dedica un espacio a la batalla de Houdini contra estas prácticas con algunas de las historias más fascinantes de su época.