El teatro romano y el Tetrapilón de la ciudad monumental siria de Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, han sufrido "daños significativos" causados por el grupo terrorista Estado Islámico, según informó la Dirección General de Antigüedades (DGA) del país árabe.
El análisis de imágenes por satélite efectuado recientemente por la asociación de Escuelas Americanas de Investigación Oriental (ASOR) ha revelado "daños significativos" en el teatro romano y el Tetrapilón de Palmira, explicó.
El Tetrapilón es una plataforma cuadrada con agrupaciones de cuatro columnas en cada esquina. La DGA destaca en su nota que los destrozos fueron causados "por una destrucción intencional por parte del EI" entre el 26 de diciembre y el 10 de enero.
ASOR es una organización no gubernamental estadounidense que apoya la investigación sobre la historia y las culturas de Oriente Medio y el Mediterráneo, fundada por varias instituciones como las universidades de Harvard, Yale y Princetown.
Los yihadistas retomaron Palmira el 11 de diciembre, días después de lanzar una ofensiva contra posiciones del Ejército sirio en el este de la provincia central de Homs, donde se localiza la urbe. La primera vez que los yihadistas conquistaron la población fue el 20 de mayo de 2015, pero fueron expulsados diez meses después por los soldados sirios, apoyados por la aviación rusa.
Durante su primera etapa en Palmira, el EI convirtió la zona de las ruinas grecorromanas en un campo de minas, que más tarde zapadores rusos se encargaron de eliminar cuando los efectivos gubernamentales sirios se hicieron con su control. Además, los yihadistas dinamitaron los templos de Bel y de Bal Shamín, así como el Arco del Triunfo, y destruyeron varias estatuas del museo de la ciudad.
Palmira fue en los siglos I y II d.C. uno de los centros culturales más importantes de la época y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.