La fotografía es un sector en el que han irrumpido miles de intrusos. Personas que han hecho un cursillo de la materia durante 15 días y ya se creen fotógrafos. Las modernísimas cámaras digitales hacen que casi ni se necesite conocer el oficio. La vanidad o el narcisismo ha favorecido que sean cada vez más las personas, incluso con profesiones normales y corrientes, que busquen un book. Y la moda de dedicarse a ello ha creado de la fotografía un mercado saturado en el que injustamente se ven perjudicados grandes profesionales que tienen que luchar contra la competencia desleal de pseudo-expertos que operan a precios de risa.
En medio de toda esta hecatombe, a una joven fotógrafa de Moscú le ha dado por instalarse en pleno barrio de Chueca, desde cuyo estudio se aprecia el aburguesado palacio de la SGAE, para dedicarse a la difícil tarea de retratar la belleza de las personas mediante la comunicación entre cámara y persona. Se llama Elena Chebanova, y a pesar de su juventud, esta emprendedora, artista y enamorada de la vida viene para quedarse e intentar luchar contra la exacerbada oferta.
Todo fotógrafo tiene un comienzo. ¿Cómo fueron los tuyos?
Empecé con el mundo de la fotografía hace ya mucho tiempo cuando veía a mi padre hacer fotos con la cámara analógica y trasladando la imagen de película a papel en el cuarto oscuro. Después de empezar la universidad empecé a trabajar en una oficina en Moscú y recuerdo que compré en 2003 con todo mi salario mensual mi primera cámara digital Canon, que tenía solo 2 mpx (ahora las cámaras de móvil tienen más mpx). Empecé a hacer fotos de todo tipo. Y desde ese momento nunca he parado de hacer fotos. He cambiado varias cámaras, cada vez subiendo más de nivel y mejorando en fotografía.
Empezaste entonces como una mera aficionada...
Hacer fotografía a nivel de aficionado o nivel de profesional son dos cosas muy distintas. Cuando eres un aficionado no tienes tanta responsabilidad y lo haces normalmente sólo para ti mismo o para tu familia y amigos. Al tener una nueva vida aquí en España, empecé a vivir otra nueva aventura con la fotografía a nivel profesional con la ayuda y el apoyo de mi marido Álvaro. Tanto a mi familia española como a mi familia rusa les gusta mucho lo que hago y este apoyo me es muy importante.
¿Qué diferencias ves en este sector en comparación con la fotografía en Rusia?
En Rusia, sobre todo en los últimos años, la popularidad de sesiones fotográficas ha crecido muchísimo. Se hacen todo tipo de fotos con muchas temas en sitios diferentes. Aquí, la gente piensa más en el fotógrafo para ocasiones especiales: embarazo, bautizo, comunión, boda, moda, un book de modelo o de actor. Lo puedo entender porque los fotógrafos aquí son bastante caros y es normal porque la fotografía no es una actividad barata y si no te gusta mucho, es muy difícil animarte para seguir haciéndolo porque tienes muchísimos gastos de dinero y de tiempo. Está claro que las distintas culturas en España y en Rusia influyen en todos los aspectos y detalles. Pero quiero decir que ahora nosotros vivimos en el mundo totalmente globalizado, utilizamos las mismas cámaras y objetivos, con la misma red y sobre todo, con las redes sociales tenemos la oportunidad de ver y comparar los trabajos de todo el mundo. Así, puede ser que con el tiempo, cada vez veas menos diferencia entre la fotografía de distintos lugares.
¿No te parece que hay intrusismo en la fotografía?
Sí. La fotografía es el arte y la creatividad de cada uno. No es algo físico, hay gente que a lo mejor no quiere pensar o no quiere trabajar y expresar sus propias ideas; no quieren crear algo suyo, quieren tener éxito rápido, cogen las fotos o ideas de otras personas, que se han esforzado mucho para crear nuevas tendencias, y dicen que es su trabajo.
¿Qué estrategia de posicionamiento estás siguiendo para darte a conocer?
Uso todos los medios posibles. Primero, son recomendaciones de mis queridos clientes. Siempre estoy intentando hacer lo mejor para cada uno. También participo en todos los eventos y proyectos interesantes que me ofrezcan. Estoy haciendo todo tipo de fotos y para todo tipo de eventos. Estoy trabajando con familias, muchas chicas guapas, muchas de ellas no son modelos. Siempre estoy abierta a nuevas ofertas interesantes porque me gusta mi trabajo, me gusta contactar con los ciudadanos de todos los países y trabajar con ellos. Hablo tres idiomas y eso me permite tener clientes de muchísimos países y culturas diferentes, no tengo fronteras.
¿Las redes sociales qué importancia tienen en tu negocio?
Ahora con los redes sociales tenemos la oportunidad de conocer a mucha gente interesante. Por ejemplo, mi Instagram @elenafotografa, cada día tiene más y más seguidores (ya son 2.734). Instagram es una red social que permite a los fotógrafos y a todo el mundo mostrar su trabajo o lo que estás haciendo en directo. Tengo ya muchos conocidos en Instagram que se han convertido en mis clientes y amigos.
¿Qué te hace diferente al resto de los fotógrafos?
Siempre estoy intentando sacar a la luz lo mejor que hay en la persona, enseñar la belleza de cada uno de mis clientes, porque cada persona es única, no hay personas iguales, y creo que todos son fotogénicos, sólo tienes que enseñar lo más interesante de cada uno. Me gusta buscar la belleza en todo y en todos, jugar con la luz y con los distintos ángulos. Tengo mucha pasión por la fotografía y eso me da fuerzas para hacer todo esto y seguir hacia delante. En cuanto a qué me hace diferente; no lo sé. Dicen que tengo talento a la hora de enfocar las fotos según el momento y que mis fotos son muy vivas. Por eso en mi página web www.elenach.com he puesto el eslogan: "¡Fotos vivas, emociones verdaderas!".
¿Qué opinas de las técnicas de photoshop abusivas?
Me gusta buscar el retoque más natural donde la persona parezca ella y no otra. El photoshop ayuda mucho a demostrar tu creatividad y en muchas ocasiones devolver colores perdidos. Nosotros vemos el mundo en 3D, pero la fotografía sólo puede enseñar la realidad en 2D, así se pierden muchos detalles y nosotros los fotógrafos invertimos mucho tiempo utilizando Photoshop para intentar devolver los bellos colores de la naturaleza, de la boda o de una preciosa puesta del sol.
Respecto a retocar a las personas, también hay una buena explicación. Cuando estamos hablando con una persona, no vemos todos sus granos, algunas marcas pequeñas o algo que vemos después de pasar fotos al ordenador. Por eso, es mejor retocar y eliminar los pequeños detalles que no ves cuando estás allí con la persona. Lo positivo es dejar lo que recuerdes, toda la belleza de la persona en sí.