Julio Verne (Nantes, 1828-1905), uno de los pocos escritores cuyo nombre se traduce en todas las lenguas, es considerado un "escritor de la humanidad" porque con sus libros ha enseñado "a vivir, a ver el mundo y a ver el más allá" a través de la fantasía y las ciencias.
Desde este jueves, el universo de Julio Verne llega a la Casa del Lector de Madrid a través de mapas, poemas, maquetas y manuscritos, que dialogan con las pinturas contemporáneas de Eric Fontaineau, artista y comisario de "Nuevos viajes extraordinarios".
La exposición es "una relectura de la obra de Verne para seguir soñando", señala Molina, director de la Casa del Lector. Un paseo entre el pasado y el presente, de las piezas y de los visitantes, que permitirá "satisfacer deseos de infancia y juventud" con la presencia de algunas obras como una maqueta del Nautilus.
La geografía, elemento fundamental en Verne, se convierte en inspiración para Eric Fonteneau y en hilo conductor de una muestra que gira en torno a dos "tesoros": el globo terráqueo del escritor, y el dibujo de la Isla Misteriosa, que sirve de "metáfora sobre la invención".
El punto de partida de este diálogo entre los dos artistas es una biblioteca "geográfica", obra que Fontaneau comenzó hace veinte años en Londres, y que ilustra el comienzo del viaje: "Todos los viajes empiezan en una biblioteca, con libros", justifica el francés.
Son "presentaciones" de libros y no "representaciones", ha matizado el artista, pues son calcomanías de libros que ha ido creando en diversos países lo que se muestra detrás de la luz que ilumina unas pequeñas mesas de despacho.
"Nuevos viajes extraordinarios" se completa con los manuscritos y las primeras ediciones de algunos libros como De la tierra a la luna, La vuelta al mundo en 80 días, Miguel Stroggof o La isla misteriosa, propiedad del Museo Jules Verne, que muestran el "estilo" del autor y su relación con su editor.