El Gobierno de China ha ordenado que los artistas del país vivan una temporada -un mes como mínimo- en comunidades rurales o en zonas de producción minera con el fin de que reciban "inspiración" para sus obras, según informó la agencia de noticias Xinhua.
La medida, que se encuadra en la campaña del presidente chino Xi Jinping para que la cultura en China ayude a representar "los valores del socialismo", se concretará en viajes trimestrales organizados por la Administración de Prensa, Publicaciones, Radio, Cine y Televisión, que hizo pública esta campaña en un comunicado.
Dentro de esta iniciativa la citada administración, que también se encarga de aplicar la censura en el país, enviará además a equipos de rodaje completos a distintas zonas rurales de China para que "convivan con las masas" y creen cinco películas y series de televisión con temáticas dictadas por el Gobierno.
Trabajar con las minorías étnicas
Por otro lado, un centenar de periodistas, presentadores y directores de programas televisivos serán llevados a trabajar a zonas habitadas por minorías étnicas, a las fronteras o a "áreas que contribuyeron a la victoria en la guerra revolucionaria".
La administración estatal señaló que estas medidas, que busca que estén vigentes a largo plazo, "ayudarán a que los artistas se formen un correcto punto de vista en el arte y creen más obras maestras".
"Reeducación"
En la Revolución Cultural (1966-76) miles de artistas, entre otros muchos intelectuales, fueron enviados al campo para "reeducarse", en la mayor parte de los casos durante años, y algunos de ellos fallecieron víctimas del hambre o las enfermedades.
La campaña se produce dos meses después de que el presidente chino, Xi Jinping, señalara en un encuentro con destacados artistas del país que éstos deberían centrarse en crear obras "que sirvan al pueblo y presenten los valores clave del socialismo".
Paralelamente, este año se han producido sonadas detenciones de artistas, especialmente actores, por consumo de drogas y contratación de prostitutas, en lo que también se percibe como una campaña contra la relajación de costumbres en los círculos artísticos nacionales.