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Vivendi y Sony crean una sociedad musical para competir contra Napster

La explotación de música a través de Internet es todo un negocio. Lo ha demostrado el portal Napster durante su andadura alegal y ahora, las discográficas que en su día denunciaron a este sitio dedicado a la distribución gratuita de música a través de la Red, no quieren dejar escapar esta forma de hacer dinero. Ante la inminente unión de Bertelsmann y Napster, las sociedades Vivendi y Sony han decidido unir sus catálogos musicales para competir contra la multinacional alemana.


La asociación del sello franco-americano, Vivendi Universal, y la sociedad nipona-estadounidense, Sony, supone el control del 50 % del mercado musical mundial. Según ha confirmado el presidente de Vivendi al diario económico La Tribune , el objetivo de esta colaboración es “garantizar la protección de los artistas y de los derechos de autor”. Jean-Marie Messier ha explicado que la música se hará accesible a través del sitio de Internet Duet, “una soft alianza -ha dicho Messier- que servirá para compartir los contenidos en todos los terminales, de modo que la música pueda escucharse en todos los soportes: el lector clásico, el walkman o la play station”.

La nueva oferta de Duet es variada, va desde la escucha gratuita hasta el pago por canción pasando por diferentes tipos de abonos dependiendo del número de consultas.

Los cierto es, que tras esta alianza se esconde la división que existe entre las cinco grandes multinacionales de la música, que no se han puesto de acuerdo a la hora de establecer una estrategia común ante la alianza Bertelsmann-Napster. Mientras que la empresa alemana propone pagar una cuota anual a los productores de discos, Vivendi-Sony reclama que se tengan en cuenta todas las gamas de la demanda. Por su parte, AOL-Time Warner sigue buscando, sin éxito, un frente unido de los cinco grandes.

La cuestión es si estas sociedades, que tratan de legalizar la distribución de música a través de Internet, acabarán con la piratería en la Red. Una circunstancia que parece imposible de conseguir en un país donde, por ejemplo, la radio pirata tiene una tradición de muchos años. Tampoco hay que olvidarse de los 20 millones de personas que se han conectado a Napster cuando su servicio era gratuito, probablemente estos usuarios busquen otros portales piratas que les ofrezcan música sin cuotas.

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