El tocho de cuatrocientas páginas es magnífico, hilarante y amargo. La fábula de un ceniciento que se convirtió en príncipe para terminar linchado por los mismos que, en gran parte, lo habían encumbrado, la Santa Secta Progre.
"Me desagrada haber dedicado tanto espacio a la acusación falsa de la que he sido víctima", resume respecto a esa historia central de su libro que ocupa tantas páginas, la de la acusación de pederastia.