La pandemia de coronavirus ha provocado el cierre de cines, teatros, museos y otras instituciones culturales de Alemania –al igual que en el resto de Europa o Estados Unidos–. Para paliar las consecuencias negativas que esta clausura trae consigo, el país germano ha anunciado que considerará los productos culturales bienes de primera necesidad. Con esta medida, la industria cultural podrá acceder al plan de emergencia que ha puesto en marcha el Gobierno de Angela Merkel, que incluye una línea de liquidez y 120.000 millones de euros para sostenimiento del empleo.
"Soy consciente de que esta situación supone una gran carga para las industrias culturales y creativas, y en particular para las instituciones más pequeñas e independientes. Puede poner a los artistas en una angustia considerable", declaró la ministra de Cultura, Monika Grütters.
"Reconocemos que la cultura no es un lujo y ahora estamos comprobando cuánto nos hace falta si tenemos que prescindir de ella por un tiempo determinado. No solo debe valernos la economía, sino también nuestro paisaje cultural, que ha sido muy afectado por las cancelaciones", añadió.
Grütters llamó a la calma y quiso tranquilizar a los profesionales del mundo de la cultura: "Los artistas y las instituciones culturales pueden confiar en el Gobierno, que tendrá en cuenta las situaciones de vida y las condiciones de producción de las industrias culturales, creativas y de medios". "Escucharemos sus preocupaciones y trabajaremos para garantizar que se incluyan los intereses especiales de la cultura y los creativos en las medidas de apoyo y de liquidez", aseguró la ministra.