El escritor y profesor de Filosofía José Sánchez Tortosa ha presentado este viernes en Es la Mañana de Federico su último libro, El culto pedagógico. Crítica del populismo educativo. Se trata de, en palabras de su autor, "un trabajo de crítica fundamentada sobre unos soportes filosóficos" que cree "necesarios".
Sánchez Tortosa ha hablado de la situación de la educación en España y del papel de los pedagogos. Ha dicho que, "echando un ojo a las propuestas de los distintos partidos en España, no se ve nada que pueda augurar una reconstrucción del sistema público de enseñanza" y que "lejos de ser una escuela doctrinal, siempre se arrastra, por supuesto, algo de adoctrinamiento". El escritor ha asegurado que "en España ha desaparecido esa formación de instrucción, de transmisión de conocimientos, y las escuelas públicas han venido a resolver un problema demográfico".
Cree que "hay una lógica del error, del disparate, de la locura, incluso" y que todo "depende de cuáles eran los objetivos. Seguramente no sea un error la deriva de la enseñanza en España". Porque el escritor piensa que "hay mucho de mito ahí" aunque ha apuntado que "es cierto que una ley educativa, para asentarse y tener eficacia, requeriría cierto plazo, pero claro, depende del sistema público de enseñanza que sea".
El papel de los pedagogos
En la enseñanza actual los pedagogos ocupan un lugar importante. José Sánchez Tortosa ha contado que "todo queda en el plano emocional, afectivo" y que "el experto en eso es el psicólogo, en principio, lo que pasa es que, en el ámbito de la enseñanza, ese papel lo ocupan los pedagogos".
Por ese motivo ha señalado que "la enseñanza se ha convertido en un espectáculo. Y ahí es donde entra el pedagogo" y que "todo lo que se pueda excluir lo ideológico de las clases y de la enseñanza" algo que le parece "lo más sensato".
Al igual que es "sensato" que "en primaria no entrara ni un solo dispositivo móvil en el aula. Lógicamente, la tecnología ofrece ventajas enormes, pero para eso se necesita un bagaje muy sólido. Y los niños en primaria lo que necesitan es leer, escribir y hacer cuentas con un bolígrafo".
También ha dicho que "en las etimologías" hace la comparativa "entre el ministro y el maestro y entre el profesor y el pedagogo". Cree que "igual que el profesor en sí mismo no es un bien pervertido por el sistema, con el pedagogo pasa igual. Un pedagogo, un funcionario, en un departamento de orientación, puede hacer un trabajo muy valioso. Es el sistema, la pedagogía la que se ha erigido como autoridad máxima".