Jordan B. Peterson es youtuber, polemista y sólo come carne. También es psicólogo clínico, crítico cultural y profesor. Habla de langostas y chochines (unos pájaros pequeños y muy monos, pero sin compasión). Sus vídeos van contra esa memez de la corrección política (tan mema es la corrección política como los que creen que van contra la misma pensando que visten la cazadora de piel de serpiente que Nicolas Cage llevaba en Corazón salvaje, un símbolo de su individualidad y su fe en la libertad personal). Peterson, aunque no la conozca, va contra nuestra ministra Celaá, que dice que obtener el bachillerato con un suspenso es lógico, que "el peor castigo que puede tener una persona es la rebaja de la autoestima y el centro educativo tiene que ocuparse". Ooooh, no lastimemos a los muchachos.
Ahora se publica en España 12 reglas para vivir. Un antídoto al caos (Planeta). En la más famosa y reproducida entrevista de Peterson (la de Channel 4 News con Cathy Newman), el tipo estaba promocionando este libro. Era tremendo cómo esa señora reformulaba lo que el otro había dicho supuestamente para hacerle parecer un radical (cuando él lucha tanto contra los radicales de derechas como contra los de izquierdas). A ella no le gustaba que Peterson afirmara que la brecha salarial entre hombres y mujeres no se da sólo por el sexo. Que no hay ninguna duda al respecto, que se han hecho análisis con muchas variantes. La entrevista se parecía a una de esas de Ya es mediodía en la que conectan con Pilar Gutiérrez, la vehemente franquista, y siempre gana a los progres.
Peterson lleva más de dos millones de ejemplares vendidos de 12 reglas para vivir, según la faja, donde también pone "El pensador más polémico e influyente de nuestra época" (The Spectator). Dejando a un lado la calidad o profundidad de su pensamiento (aunque parezca tener los mimbres de Milo o de Ann Coulter, es superior), la razón seguramente está en lo de ser youtuber. En tener más de 40 millones de visitas. En haber encontrado un hueco donde hacer pasar la autoayuda por intelectualidad (bueno, de autoayuda nada, que la ayuda la pone él). En recomendar libros a los jóvenes y que los jóvenes los lean. En explicarles cómo tomar la dirección de sus vidas. Una especie de John Keating (el profesor de la cargante El club de los poetas muertos). Como Keating, también es inspirador, inconformista o librepensador. Pero ahora hay otros frentes. Jóvenes con otras perplejidades. Jóvenes en vías de castración frente a cierto feminismo. De hecho, él dice a los hombres jóvenes que asuman la responsabilidad de convertirse en buenas parejas. Que asuman la responsabilidad de sus vidas. En algún momento de la entrevista con Newman, esta le pregunta si la igualdad de género es un mito. "No entiendo la pregunta. Hombres y mujeres no son lo mismo. No lo serán. Eso no significa que no puedan ser tratados de manera justa". Luego señala: "Hay una proporción aproximada de 20 a 1 de enfermeras sobre enfermeros. Y de ingenieros e ingenieras [al revés]. Es consecuencia de la libre elección de hombres y mujeres en las sociedades… Son diferencias que no se pueden erradicar, salvo con una enorme presión social y tiranía , pero si se deja que hombres y mujeres sean libres para tomar sus propias decisiones no obtendrán iguales resultados".
En el libro, se lee: "¿Por qué las mujeres quieren una pareja con trabajo y, si es posible, de estatus elevado? En gran medida se debe a que las mujeres se vuelven más vulnerables cuando tienen hijos. Necesitas a alguien competente que apoye tanto a la madre como al hijo cuando resulte necesario. Es un acto compensatorio perfectamente racional, si bien puede que tenga también una base biológica. ¿Por qué una mujer que decide asumir la responsabilidad de uno o más menores querría cuidar también de un adulto? Así pues, el hombre activo en paro es un ejemplar indeseable y la maternidad en soltería, una alternativa indeseable". Todo bastante lógico.
El primer capítulo (la primera regla) del libro se titula: "Enderézate y mantén los hombros hacia atrás". El penúltimo: "Deja en paz a los chavales que montan en monopatín" (¿y en patinete?). El último: "Si te encuentras un gato por la calle, acarícialo". El martes había cientos de jóvenes escuchándolo atentamente en la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid. Muchos con el libro en las manos. Hombres y mujeres (menos, es verdad) escuchando el vehemente y eficaz discurso de Peterson (lo que contestaba vehementemente a Cayetana Álvarez de Toledo). Y 350.000 personas por streaming.
Peterson sabe que ha escrito clichés y cuestiones de sentido común. Recuerda a las personas lo que saben. Pero ahí estamos. Así está la intelectualidad. Y el respetable. También se puede leer al francés Alain, que nunca fue youtuber.