Lo que comenzó con unas quejas inocentes de varios padres de miembros del coro del Vaticano, ha terminado por destapar lo que podría ser una trama de corrupción en el seno de la Iglesia católica. Según ha explicado Ismael Monzón, de El Español, varias filtraciones de la prensa italiana apuntarían a que la Santa Sede habría descubierto que el director administrativo del coro, Michelangelo Nardella, y el director, Massimo Palombella, habrían cometido posibles delitos de lavado de dinero y malversación de fondos.
Todo comenzó en la gala de inauguración de la exposición de moda de este año del MET, cuya temática llevaba por título: Cuerpos celestes: la moda y la imaginación católica, y que aglutinó en un mismo edificio a las principales personalidades del mundo de la cultura, el espectáculo y la moda. Pese a su aparente frivolidad, el Vaticano quiso bendecir la ceremonia, y no reparó en enviar al Coro de la Capilla Sixtina para amenizarle la velada a todas las celebridades.
Las fotografías subidas a las redes de varios de los menores integrantes del coro —que no desaprovecharon la oportunidad de inmortalizarse junto a Rihanna, entre otras—, no gustaron a algunos padres, y sus quejas, presentadas ante la dirección de la Santa Sede, iniciaron una investigación interna que terminó por destapar un asunto mucho más serio.
Aparentemente, tanto Nardella como Palombella llevarían varios años aprovechándose de la exposición internacional del coro, y habrían incluso creado una caja B para desviar dinero procedente de las entradas de los conciertos, de las ventas de los discos y de dietas destinadas a las giras, y evitar de esa manera que fuese a parar a las arcas de la Iglesia.
Por el momento, Nardella ha sido suspendido de sus funciones, pero Palombella todavía continúa en su puesto, a la espera de una resolución que podría llegar en breve. El Vaticano, por su parte, ha anunciado que por el momento la investigación "todavía está en curso".