En medio de la polémica que ha levantado el informe encargado por el Ayuntamiento de Córdoba en el que se asegura que la Mezquita "nunca" perteneció a la Iglesia, la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba ha respaldado al Cabildo de la Catedral. En un comunicado, ha avisado de que el informe contiene "falsedades sobre la propiedad que sólo pretenden elevar el rango de confrontación" y habla de "abyectas conclusiones".
El Ayuntamiento había encargado la redacción del informe a una comisión de expertos, entre los que se encontraba la actual vicepresidenta Carmen Calvo, a raíz de la inscripción del templo por parte de la Iglesia en el registro de la propiedad, en el año 2006. Este fin de semana, la noticia cobró especial notoriedad con la ratificación de los expertos y la posibilidad, esgrimida por ellos, de recurrir al Tribunal Constitucional la inmatriculación del monumento.
Por eso, la Agrupación de Cofradías ha querido manifestar su preocupación ante "el intento de determinadas fuerzas políticas de eliminar a los cristianos de la sociedad", tratando de arrebatarles los templos, "como si fuera normal y razonable considerar que las iglesias pertenecen a gestores públicos y a políticos intolerantes en lugar de a los fieles que a ellas van a orar y, por ende, a la jerarquía eclesiástica que los representa".
El propio Cabildo de la Catedral, por su parte, ya había contestado al Ayuntamiento al asegurar que el Conjunto Monumental Mezquita-Catedral "es propiedad de la Iglesia desde 1236", año en el que la ciudad fue reconquistada por los cristianos. Tras una "primera lectura", el Cabildo quiso señalar que en 2014 la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda confirmó que el templo "no consta en el inventario de Bienes y Derechos del Estado", mientras que, por otro lado, sí que recoge que la Abogacía del Estado "ya señala que nadie cuestiona que Fernando III el Santo, tras la conquista de Córdoba en el año 1236, decide que la Mezquita sea consagrada y convertida en Catedral de la ciudad". Finalmente, el Cabildo ha pedido "responsabilidad a los políticos e instituciones" para que "no alimenten esta falsa polémica que solo genera división entre la población y que supone un ataque a la comunidad católica de Córdoba".