La plataforma Change.org ha publicado la petición de un vecino de la localidad madrileña de Galapagar, que solicita firmas para que el centro cultural del municipio reciba el nombre del filósofo Antonio Escohotado, ligado profundamente al lugar.
En una extensa carta en la que muestra su reconocimiento y gratitud hacia el colaborador de Libertad Digital, el solicitante destaca su figura como la de "el último hombre del renacimiento que nos queda", y llama la atención acerca de cómo "en nuestra universidad (...) se le ha negado el más mínimo reconocimiento oficial". Por ahora, la petición cuenta con el apoyo del escritor Arturo Pérez-Reverte y del economista Daniel Lacalle.
El último humanista
Filósofo y jurista, Antonio Escohotado podría ser descrito básicamente como una persona que piensa, con todo lo que eso significa. Sin "otro estímulo que la auto-aclaración, ni brújula distinta de averiguar cómo nace y acaba cada cosa", en sus propias palabras, ha ido desarrollando su pensamiento particular, movido por una necesidad crítica que le ha llevado a ser mal entendido en numerosas ocasiones.
A través de aclamados ensayos como El espíritu de la comedia, premio Anagrama de ensayo, o Caos y orden, premio Espasa de ensayo, además de su siempre controvertida Historia general de las drogas, Escohotado ha tratado siempre de ofrecer una mirada distinta sobre realidades aparentemente inamovibles. Receloso de la manera como suelen dividirse las sociedades entre izquierdas y derechas, y más partícipe de una distinción entre libertad y autoritarismo, ha sido aclamado por unos como un pensador independiente, aunque también denostado por otros, que lo han acusado en repetidas ocasiones de impertinencia intelectual.