La profesora de la Universidad de Pau Bénédicte de Buron-Brun ha descubierto, entre los papeles desclasificados de Francisco Umbral, un monólogo teatral titulado El hijo de Greta Garbo, escrito justo después de que terminara la novela del mismo título en 1982, según informa El Mundo.
Se trata de un texto de 42 páginas mecanografiadas con algunas indicaciones añadidas a mano por el autor y muy pocas correcciones. De Buron-Brun señala que es una seria "diatriba" contra los estamentos militar y religioso que podría haber levantado ampollas en su momento de haberse publicado. "Ustedes los curas matan gente, cada bendición de usted ha matado unos cientos de niños (…) en la guerra y la postguerra, o sea la represión", escribe Umbral.
Tal y como recoge el diario de Unidad Editorial, en el monólogo, Clara es una chica de provincias que llega a Madrid y trabaja como secretaria de Azaña, con cuyas ideas comulga. Entabla relación con Alejandro, un joven que aspira a ser escritor y que acaba muerto por sus ideas políticas. También fallece el hijo que esperaban, y ambos difuntos operan en la mente de la joven a modo de símbolos de su sueño fallido.
Clara lamenta su condena a vender su cuerpo a un prohombre del régimen, esto es, "la Iglesia, el Ejército, la Falange y los ricos propiamente dichos". "Perdimos la guerra –dice en otro momento– porque nosotros defendimos un sueño y Franco defendía unas tierras, unos latifundios, unos Bancos".
En la obra original, Umbral novela la historia de su propia madre. Los acontecimientos políticos pasan por los ojos pardos de una mujer que fue adolescente en la "década/Greta Garbo" y que va quedando dibujada con esa prosa delgada, sugerente y sensible que caracteriza al autor.