Cuando le preguntas a Nati Mistral por Manuela Carmena esperas que de su boca salgan rayos y centellas. Pero lo esperas con una voz tan extraordinaria que estarías escuchándola horas aunque recitara las propuestas de Gobierno de Pablo Iglesias. Pero dice de Carmena: "Lo primero que tiene que hacer es peinarse". Debe de tener alguna fijación capilar porque a Pedro Sánchez lo describe como "un peluquero de señoras". Esto del pelo es muy importante. Ya lo sostenía Hillary Clinton en esa conferencia a estudiantes de Derecho que tanto repito (es que tiene tanta enjundia como el discurso de Gettysburg): "La cosa más importante que tengo que deciros hoy es que el pelo importa. Es una lección de vida que mi familia no me enseñó. Wellesley y la escuela de Derecho de Yale fallaron a la hora de enseñármelo también. Vuestro pelo manda mensajes a la gente. Prestad atención a vuestro pelo porque todo el mundo va a hacerlo". A ella le está dando para el pelo Bernie Sanders. Los jóvenes americanos, pelo aparte, prefieren el socialismo al capitalismo.
Se acaba de publicar en Estados Unidos un libro titulado Hair. A human story, de Kurt Stenn. Pablo Iglesias no podría haber formado parte de las tropas de Alejandro Magno porque este se dio cuenta de que los enemigos podían incapacitar a sus soldados agarrándolos de la melena o de las barbas (o sea, que los hipsters tampoco). Por ello, les obligaba a llevar el pelo corto. También se cuenta, aunque eso es más conocido, que Julio César trataba de ocultar su calvicie con una cortinilla a lo Anasagasti. De hecho, llegó a pedir al Senado que le dejase llevar la corona de laurel de forma permanente, que también le venía bien para parecer menos calvo. Otra curiosidad es que en la Edad Media los pelirrojos tenían muy mala fama porque se creía que Judas Iscariote era pelirrojo. En la Inglaterra Isabelina (eso lo hemos visto a Bette Davis en La vida privada de Elizabeth y Essex) las mujeres se afeitaban el comienzo del pelo en la cabeza para que les quedara una frente más grande. Consideraban que era bonito. Y la reina Victoria popularizó lo que se llamaba ‘memento mori’, una joya que guardaba pelo del ser amado. Ella lo llevaba del príncipe Alberto en medallones, colgantes y anillos.
American Crime Story es una serie estadounidense de FX basada en crímenes reales. Es eso que los americanos denominan antológica, es decir, que cada temporada variará el argumento y los personajes. Este año están emitiendo ‘El pueblo contra O.J. Simpson’ que como su nombre indica está dedicada el juicio contra O. J. Simpson. Como el creador de la serie es Ryan Murphy sale Sarah Paulson, que ha aparecido en todas las temporadas de American Horror Story, su anterior criatura. Paulson interpreta a la fiscal Marcia Clark. Es clavada. Sobre todo han clavado el espantoso peinado acaracolado que Clark lucía en 1995. Una permanente o moldeador, esa palabra de peluquería tan antigua como plis. Marcia Clark ahora lleva un peinado homologado por las convenciones internacionales. Cuando se le pregunta qué le parece la pinta de Sarah Paulson dice que es mejor que la suya. "¿Tenía ese aspecto?", fue lo primero que se preguntó al verse. "¿En qué estaba pensando? Bueno sí sé en qué estaba pensando. Tenía dos niños pequeños con pañales. Quería lavarme el pelo y salir a la calle. Una permanente me pareció una buena idea".
No sé si Nati Mistral se referirá a Carmena cuando ocasionalmente se alisa el pelo o cuando lleva la permanente. Como Marcia Clark, Carmena habrá pensado que es una buena idea. Al fin y al cabo, también tiene niños pequeños con pañales. Aunque sean concejales.