Más sencillo que el mecanismo de un chupete. Pero el mérito es de los japoneses, que inventaron el Kakebo. Es una agenda, un cuaderno, una guía... pero ante todo es un método para ayudar a ahorrar al español medio, que ve cómo sus ingresos menguan, sin saber dónde van a parar.
Una herramienta para combatir el despilfarro doméstico, que bien podrían usar algunos de nuestros mandatarios (ya decía Carmen Calvo que el dinero público "no es de nadie"). El Kakebo es un cuaderno, que esta edición de 2016 incluye una funda de plástico con bolsillos y una libretita para llevar en el bolso. Y dentro encontramos tablas, listas y cuadros para ir anotando los ingresos y gastos. La agenda que todo contable querría tener, para cerrar una cuenta de resultados vital, a final de año. Es sencillo y práctico, pero no funciona solo. Como todo, necesita el esfuerzo del usuario, que tiene que ir apuntando minuciosamente, lo que entra y lo que sale de su cuenta corriente.
Negro sobre blanco se ve más claro en qué gastamos más y dónde podemos recortar. Pero no hay negro y blanco, sino que esta edición es en color, al contrario que en las anteriores, y cuenta con las ilustraciones de Cristóbal Fortúnez. El malo de esta historia es un lobo que ferozmente engulle la nómina. Mientras, el pobre cerdito-hucha sufre de lo lindo en estas 200 páginas editadas por Blackie Books.
Trucos, que no milagros, para conseguir ser un ejemplo para los hombres de negro que vienen de la Unión Europea. Porque si España es ejemplar en la recuperación económica, las finanzas domésticas deben ser un reflejo de ello. No se escude en la crisis, y engorde su hucha gracias a este invento japonés: el Kakebo.
Kakebo, 2016. Blackie Books. ISBN: 978-84-16290-47-5. Ilustrador: Cristóbal Fortúnez. 17'90 €.