Finaliza el mes de agosto con algunos sobresaltos. No es el menor el regalo que ha hecho el Gobierno español al Gobierno griego de no sé cuántos miles de millones de euros. Total, será por dinero. Digo regalo y no préstamo, porque estamos todos convencidos de que no lo devolverán, aparte quizá de algunas entregas al principio para cumplir. Al menos los alemanes van a lograr su viejo sueño de que Grecia se convierta en su protectorado. Solo les falta comprar lo que queda del Partenón para instalarlo en los museos berlineses. Hablando en serio: los comentaristas hemos descartado la salida más lógica del caos griego: el cuartelazo. Antes de ello, Grecia saldrá disparada de la Unión Europea y antes de la zona del euro. Y menos mal que Grecia no va a caer de momento en la órbita de Rusia o en la de Turquía. Esos dos países bastante tienen con lo suyo.
Agosto es el mes de las dos caras: tendría que haberse llamado enero, por el dios Jano bicéfalo. Por una cara es el mes de las vacaciones, las fiestas, las semanas grandes, las Vírgenes. En definitiva, el holgorio de la grey gastadora y bulliciosa. Hubo un tiempo no lejano, cuando el grueso de los españoles se dedicaban a las faenas agrarias, el que se decía "en agosto, ni Venus ni mosto". La doble analogía indicaba que era el momento de la agotadora recogida de la cosecha de cereales. No se podría perder el tiempo con frecuentes efusiones amatorias o con pesadas libaciones. Ahora es lo contrario, agosto es el mes más propicio para iniciar noviazgos y celebrar bodas y cuchipandas. Aunque también es verdad que aumentan los divorcios.
La otra cara del mes es la que registra el mayor número de muertes violentas de todo el año: homicidios, suicidios, accidentes. No es por el calor, que en agosto empieza a refrescar. Antes se decía también "en agosto, frío en el rostro". Es otra indicación de su carácter dual y paradójico. Se acepta el italianismo ferragosto, no por el calor, sino por el recuerdo de las feriae Augusti o fiestas en honor del emperador Augusto. La Iglesia las bautizó con las Vírgenes de Agosto. El cenit de la curva de muertes violentas se explica porque es el momento de mayor movilidad espacial, cuando más se expresan los sentimientos y pasiones.
Realmente en agosto concluye un ciclo anual para empezar otro en septiembre. Es el ritmo escolar de toda la vida, que ahora se hace general: en la política, los deportes, la actividad empresarial, los medios de comunicación. No es solo la vuelta al cole sino a la liga de fútbol, al Parlamento, a las rutinas todas. Casi estoy por desear "feliz año nuevo" a los libertarios. Y encima se inaugura con la celebración de elecciones.