Aquí, nuestros gobernantes,
contra todo protocolo,
le han impuesto a Goytisolo,
con modales arrogantes,
que acepte el Premio Cervantes.
¡Su libertad se la viola
la infecta casta española
(gente de cerebros huecos),
que lo saca de Marruecos
casi a punta de pistola!
Tras consumar el secuestro,
llega entonces lo peor.
Al pobrecito escritor,
al admirable maestro,
este vil Gobierno nuestro,
para avergonzarlo, adrede,
le ha obligado a que se quede
con el premio y con la pasta.
¡Acabemos con la casta!
¡Ánimo, que sí se puede!