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Amando de Miguel

Aprendamos inglés

El juego de los trabalenguas ha sido siempre un recurso infantil o de sobremesa para pasar el rato.

Juan J. Cabasés se muestra en desacuerdo conmigo sobre la utilidad de las películas en versión original con subtítulos. Entiende que es mejor un buen doblaje, como se hace en España. Puede ser, pero el mejor doblaje no deja de ser una suplantación de la voz de los actores, un elemento fundamental en el arte cinematográfica. Se entiende que utilicemos textos traducidos, pero da no sé qué voces dobladas. ¿Alguien resistiría oír doblada la voz de Frank Sinatra cantando New York, New York? Ni siquiera el presidente Kennedy lo dijo en inglés, sino en alemán en el discurso del Puerta de Brandeburgo: Ich bin ein Berliner! A. Miguel Zúñiga opina que la polémica sobre las películas dobladas o con subtítulos resulta irrelevante para aprender un idioma. Lo fundamental es la convivencia con los otros hablantes. Entiendo que no son incompatibles ambos métodos.

Sobre la especificidad del idioma inglés y la dificultad para aprenderlo, José Luis García-Valdecantos echa su cuarto a espadas. Reconoce la dificultad fonética del inglés. Tanto es así que los angloparlantes están diciendo continuamente que no se han enterado de lo que acaban de oír. Añade el extremo sentido del ridículo que tenemos los españoles, incapaces, por ejemplo, de suscitar preguntas al final de una conferencia. Le doy la razón, pero matizo. He dado muchas conferencias en todas las provincias españolas. Suele ser normal la advertencia que me hace el organizador o presentador: "Aquí a la gente le da vergüenza plantear preguntas al término de la charla". Mi respuesta: "Ya verá cómo en este caso se les quita la vergüenza". Así ha sido en la mayor parte de las ocasiones. Hay un truco que no falla: comentar al final de la charla: “Me han dicho que los de esta ciudad (aquí el gentilicio correspondiente) no se atreven a hacer preguntas a los conferenciantes”. Se ven obligados a demostrar que mi informante no tiene razón.

Ante mi opinión de que el inglés es un idioma fácil, Ignacio Despujol me propone la lectura del siguiente enunciado: Three Swedish witch-bitches, which wished to be switched Swiss witch bitches, wish to watch three Swiss Swatch wtatch switches. Which Swedish witch bitches… El texto es mucho más largo e imposible de leer, tanto se parecen todas las palabras. En español sería mucho más claro: "Tres putas brujas suecas, que deseaban ser putas brujas suizas...". También hay trabalenguas en español: "Tres tristes tigres en un trigal…". El juego de los trabalenguas ha sido siempre un recurso infantil o de sobremesa para pasar el rato. Me parece indiscutible que el idioma castellano resulta particularmente monótono, con sonidos muy repetidos. Otra cosa es que la fonética española sea mucho más clara que la inglesa. Los españoles nos seguimos maravillando de lo bien que aprenden nuestro idioma común los extranjeros, sobre todo los alemanes. Los angloparlantes se resisten un poco más. La razón es que estadísticamente esperan que los interlocutores sepan al menos un poco de inglés, el de los camareros, por ejemplo.

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