L. D. / EFE.- El arqueólogo coordinador de estos trabajos, Maudilio Moreno, explicó que el descubrimiento de un muro para reforzar la base del edificio, así como los restos encontrados en la zona de los contrafuertes de las antérides o muros de contención y el pavimento de la plaza porticada que rodeaba al templo confirman que éste sufrió varias reformas entre los siglos II y III.
Moreno indicó que esta restauración también pudo afectar al altar del Templo Romano, ya que los restos que se conservan de esa zona son de piedra caliza, cuando "lo normal", a juicio del arqueólogo, es que “si el ara perteneciera a la construcción original, fuera de mármol, puesto que las obras de este recinto se llevaron a cabo durante los imperios de Claudio, Nerón y Domiciano”, épocas de gran esplendor de Roma.
El coordinador de estas excavaciones, ubicadas junto al edificio central del Ayuntamiento, entre las calles Claudio Marcelo y Capitulares, comentó que las reformas en la estructura original del templo se debieron bien al deterioro de los materiales por el paso del tiempo o bien a algún desastre natural concreto, como pudiera ser un terremoto.
Junto a estos hallazgos, el arqueólogo señaló que también se han encontrado algunos fragmentos de esculturas que formaban parte del conjunto escultórico de la plaza porticada que rodeaba al templo, como son la parte posterior de una cabeza en mármol de época Julio-Claudia y un fragmento de la faldilla de una escultura toracata.
Los trabajos continuarán en los próximos días para intentar extraer más datos sobre esta construcción y, sobre todo, para conseguir hallar los restos de la pavimentación de la plaza intermedia que supuestamente debería unir el Templo Romano y el Circo, hallado en las excavaciones desarrolladas en el Huerto de San Pablo, que pertenece al conjunto del Palacio de Orive.
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Moreno indicó que esta restauración también pudo afectar al altar del Templo Romano, ya que los restos que se conservan de esa zona son de piedra caliza, cuando "lo normal", a juicio del arqueólogo, es que “si el ara perteneciera a la construcción original, fuera de mármol, puesto que las obras de este recinto se llevaron a cabo durante los imperios de Claudio, Nerón y Domiciano”, épocas de gran esplendor de Roma.
El coordinador de estas excavaciones, ubicadas junto al edificio central del Ayuntamiento, entre las calles Claudio Marcelo y Capitulares, comentó que las reformas en la estructura original del templo se debieron bien al deterioro de los materiales por el paso del tiempo o bien a algún desastre natural concreto, como pudiera ser un terremoto.
Junto a estos hallazgos, el arqueólogo señaló que también se han encontrado algunos fragmentos de esculturas que formaban parte del conjunto escultórico de la plaza porticada que rodeaba al templo, como son la parte posterior de una cabeza en mármol de época Julio-Claudia y un fragmento de la faldilla de una escultura toracata.
Los trabajos continuarán en los próximos días para intentar extraer más datos sobre esta construcción y, sobre todo, para conseguir hallar los restos de la pavimentación de la plaza intermedia que supuestamente debería unir el Templo Romano y el Circo, hallado en las excavaciones desarrolladas en el Huerto de San Pablo, que pertenece al conjunto del Palacio de Orive.
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