Fotos exclusivas de CNN |
La confirmación de la noticia ha venido acompañada de un espeluznante documento gráfico divulgado por la CNN, una foto en color tomada por un afgano en el momento justo de la voladura de una de las estatuas gigantes.
La destrucción de los dos Budas gigantes -las estatuas de 55 y 36,5 metros de altura- se realizó con toda probabilidad entre el jueves y el sábado. Las jornadas posteriores a los tres días de descanso por la fiesta del sacrificio, y justo antes al encuentro que mantuvieron el ministro talibán de Asuntos Exteriores, Wakil Ahmed Muttawakel, y el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Fue precisamente en esta reunión, cuando el representante del régimen islámico integrista informó por primera vez de la demolición del conjunto monumental de Bamiyán.
Las informaciones contradictorias divulgadas desde que se hiciera pública la intención de los talibán, fueron definitivas para que la Organización de las Naciones Unidas no diera absoluta credibilidad al comunicado de Muttawakel. Desgraciadamente, la noticia de la masacre cultural ha sido ratificada en las últimas horas por el enviado especial de la UNESCO, Pierre Lafrance, y el increíble documento gráfico distribuido por la cadena de televisión CNN.
El último atentado de los talibán ha sido condenado y repudiado por Koïchiro Matsuura, quien ha calificado el hecho como “un crimen contra la cultura”. El director general de la UNESCO ha señalado que “es terrible asistir a la destrucción, calculada fríamente, de bienes culturales que formaban parte del patrimonio del pueblo afgano y de toda la humanidad”. Tras explicar que los Budas de Bamiyán constituían un conjunto histórico – artístico de incalculable valor, Matsuura ha lamentado que el régimen talibán no haya tenido en cuenta el clamor internacional y la movilización mundial en contra de la campaña de la milicia.
Una vez destruidos los Budas gigantes, el trabajo de los organismos internacionales se centran ahora en evitar otra catástrofe de similar envergadura. El comisario de la UNESCO va a permanecer en la zona para tratar de salvar el resto del patrimonio preislámico afgano.