"Vamos a intentarlo hasta el final", aseveró Zapatero, al tiempo que añadió que "la postura de la Unión Europea ha sido coherente, seria y rigurosa". Además, defendió que el acuerdo incluya la creación de un grupo de trabajo que elabore un informe para que el acuerdo tenga un acuerdo vinculante a través de un tratado internacional. "Mi opinión es que la ONU tiene que perseverar sin descanso, sin cuartel, para la tarea de luchar contra el cambio climático", dijo, al tiempo que señaló la necesidad de "reducir las emisiones, compromiso con los países menos desarrollados y carácter vinculante del acuerdo".
Asimismo, apostó por que el acuerdo contemple una reducción global de emisiones de CO2 del 50 por ciento para el año 2050 y una reducción del 80 por ciento de las emisiones de los países ricos para esa misma fecha. José Luis Rodríguez Zapatero participa directamente en el grupo compuesto por más de una veintena de jefes de Estado y de Gobierno que tratan de salvar el acuerdo.
El presidente del Gobierno, hoy menos poeta que ayer, dijo que espera un acuerdo que tenga carácter vinculante a través de un tratado internacional. Y criticó a los países emergentes que se oponen al acuerdo. "Diversos países han defendido una ambición limitada en la reducción de emisiones y una ambición más limitada en la vinculación jurídica del acuerdo".
Dijo que ha comprobado "el liderazgo de la UE y su coherencia" y ha anunciado que España cooperará con 375 millones al acuerdo.