El pesimismo más descarnado, y los vaticinios más aterradores se encarnan en la figura de Jeremy Rifkin. Analista de medio ambiente y desarrollo económico, acaba de publicar La civilización empática, otro libro que alerta de los inminentes peligros y desgracias que sobrevendrán con el supuesto cambio climático.
Además de ello, Rifkin es asesor de Gobiernos, como el de Zapatero, al que aconseja habitualmente para guiar su cambio hacia energías no contaminantes y otros asuntos. El pensador norteamericano ha sido entrevistado en El Mundo, donde ha expresado su agorera teoría, básicamente instalada en el "O cambiamos a energías limpias o morimos todos".
Rifkin apuesta por un cambio en el uso de la energía, asegurando que "El objetivo es salvar nuestra especie y no sé si la ganaremos, pero si la perdemos, los humanos estamos condenados a la extinción al final de este siglo" asegura.
Esta teoría se asienta en el consumo desorbitado de la energía básica de la Tierra, la fotosíntesis: "Estamos devorando la Tierra como mounstros" añade "Representamos el 0,5% de la biomasa pero usamos el 20% de la energía".
Como calentólogo de primer orden, Rifkin se lamenta del fracaso de la cumbre de Copenhague, aunque añade que "La solución no es un tratado. El problema es que los líderes se basan en ideas del siglo XVIII sobre la naturaleza humana. Durante 1.500 años la Iglesia dijo que éramos todos pecadores y sólo nos salvaríamos tras la muerte. En la Ilustración se defendió que éramos materialistas y violentos. Pero si es así, ¿Cómo puede ser que ahora seamos 7.000 millones?" sostiene.
De hecho, la tesis fundamental de su libro es que "Somos Homo emphaticus, no Homo sapiens. Y empatizar es socializar" aludiendo a "las neuronas espejo que nos permiten sentir lo que sienten los demás".
Este argumento lo traslada al ámbito de la tecnología, y asegura que "Gracias a internet somos más empáticos, somos una familia, pero vamos hacia la destrucción del planeta. El cambio de conciencia debe ir acompañado de una solución al problema energético, es la tercera revolución industrial".
Rifkin cifra esa cuenta atrás antes de la destrucción universal en un par de décadas: "Tenemos 40 años, en 2050 debemos dejar de usar combustibles fósiles y uranio" ya que "en la Ilustración se pensaba que la riqueza era la felicidad, pero ahora sabemos que no es así".