El equipo de científicos demostró cómo una molécula de benceno unida a dos contactos de oro puede funcionar igual que un transistor de silicio.
La manipulación de los diferentes estados de energía de la molécula les permitió controlar la corriente que pasaba a través de ella. Elaborar contactos eléctricos a esta escala, requiere identificar las moléculas más eficientes y descubrir dónde colocarlas y cómo conectarlas.
Esta tecnología es de gran importancia a la hora de elaborar nuevos circuitos para ordenadores ya que a una escala tan pequeña, los transistores tradicionales no son tan eficaces como los moleculares.