Su comportamiento es primordialmente solitario y es raro que realicen grandes desplazamientos. Pero un nuevo estudio podría aportar sorprendentes pruebas...en un viejo hallazgo.
En 1995 se capturó una hembra de tiburón ballena en las costas de Taiwan. En su vientre convivían la increíble cantidad de 304 embriones (hasta ahora una cifra récord), pero lo que más sorprendió a los científicos fue que los cientos de crías se encontraban en diferentes etapas de desarrollo: desde los que aún se encontraban en el huevo a los que ya estaban casi totalmente desarrollados.
Pero habría más sorpresas aún. La bióloga Jennifer Schmidt de la Universidad de Ilinois Chicago ha determinado que 29 de los embriones eran de un mismo padre. A lo largo de varios años, Schmidt ha desarrollado marcadores genéticos de ADN para estudiar las poblaciones de tiburón ballena. Fue esto lo que le permitió determinar la paternidad de los embriones. Esto sería algo extraordinario.
"Estos embriones en diferentes etapas de desarrollo, algo inusual entre animales, tienen el mimo padre – asegura Schmidt –. Debemos ser muy cuidadosos a la hora de extraer conclusiones, pero los datos sugiere que las hembras de tiburón ballena almacenan esperma de un único encuentro y los fertilizan con el tiempo."