Investigadores españoles reproducen el mecanismo de copia del virus de la gripe
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han recreado en el laboratorio el sistema o "máquina" molecular que el virus de la gripe utiliza para duplica su material genético y se multiplica.
Dado que la capacidad del virus para replicarse o copiarse a sí mismo es uno de los "aspectos clave" de su ciclo vital y un aspecto esencial de su éxito, este trabajo del CSIC servirá para que los científicos estudien la estructura de este virus y comprendan mejor cómo se multiplica.
El modelo desarrollado en el laboratorio puede ser empleado para analizar todos los géneros y variantes del virus de la gripe, incluido el de la nueva gripe H1N1 o el de la gripe aviar H5N1.
La investigación, publicada en la revista PLoS Pathogens, ha sido dirigida por los investigadores del CSIC Juan Ortín y Jaime Martín-Benito, del Centro Nacional de Biotecnología de Madrid.
Hasta el momento, la flexibilidad de la maquinaria o sistema de replicación del virus impedía que se pudiera observar a través de microscopios electrónicos. Sin embargo, los investigadores del CSIC han usado técnicas bioquímicas para crear reproducción, lo que permitirá observar el proceso de replicación del virus con microscopios electrónicos.
La gripe no usurpa la maquinaria de replicación de la célula
El virus de la gripe es un patógeno esférico, con un diámetro de unas 100 millonésimas de milímetro, cuyo material genético está formado por ocho segmentos de ARN que se alojan en el corazón del virus: la nucleocápsida.
Para replicarse, cada uno de estos fragmentos se encuentra asociado a cuatro proteínas diferentes, lo que da lugar a un complejo llamado ribonucleoproteína (RNP, en su acrónimo inglés), generando unas estructuras cerradas que se asemejan a la forma de un collar y que tienen una flexibilidad tan alta impedía hacer estudios detallados del virus.
La investigación del CSIC ha confirmado que esta compleja estructura funciona como una maquinaria molecular automática, capaz de duplicarse por sí misma cuando se encuentra dentro de la célula infectada por el virus y de producir una nueva generación de virus que saldrán de la célula dispuestos a extenderse a otros huéspedes.
Esta manera de duplicarse es distinta al de otros modelos, como el del virus del herpes, que usurpa la maquinaria de replicación de la célula a la que infectan para poder multiplicarse. No obstante, precisa Martín-Benito, "la manera de replicación no condiciona la capacidad de infección ni la virulencia de los virus".
"Conocer en profundidad ambos procesos puede contribuir al potencial desarrollo de inhibidores o activadores de proteínas que formen parte, eventualmente, de tratamientos", explica.
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