Según un informe del Senado de Estados Unidos del que se ha hecho eco la web Big Journalism y que en España ha referenciado el blog Barcepundit, los osos polares no sólo no caminan hacia su extinción víctimas del calentamiento global sino que, al contrario de lo apuntado todas las predicciones calentológicas, su número estaría "cerca de máximos históricos".
Las estimaciones que refleja el informe, que recoge gran cantidad de referencias de otros estudios de expertos y las cifras del Servicio de Pesca y Vida Salvaje del país, hablan de que en todo el mundo podría haber entre 20.000 y 25.000 osos polares, una cifra que contrasta con los de 5.000 a 10.000 que se estimaban en los años 50 y 60.
En algunas zonas como el territorio Inuit del noroeste de Canadá, el número de osos se habría más que triplicado: pasado de unos 850 a unos 3.000. Y, tal y como señalaba el director de Investigación de la Vida Salvaje del Gobierno Inuit, Mitchell Taylor: "Esto no es teoría, no está basado en un modelo, es la observación de la realidad".
En otra parte del informe el mismo Taylor señala que de las trece poblaciones de osos polares en Canadá once están o estables o en crecimiento, por lo que no duda en calificar de "una tontería" predecir su extinción en 25 años basándose "en una histeria fomentada desde los medios de comunicación".
El informe del Senado también incluye críticas directas a anteriores documentos que predecían malos tiempos para el oso polar, de hecho se cita un estudio firmado por científicos de universidades tan prestigiosas como Wharton y Harvard que señalaba que, de los dos informes principales en los que se apoyaban la predicciones catastrofistas sobre los osos polares, uno había "extrapolado a casi 100 años en el futuro datos con una base real de sólo cinco años que, además, eran de validez dudosa".
Dudas sobre el calentamiento en el Ártico
Como la causa de la prevista desaparición de los osos polares era el calentamiento global y el consiguiente deshielo en el Ártico, buena parte del informe se detiene en analizar si realmente se están produciendo ambos fenómenos.
Al respecto cita hasta una docena de estudios distintos que ponen en duda el calentamiento en el Ártico como una tendencia estable y describe el aumento de las temperaturas en los años 90 como parte de ciclos naturales debidos a distintos fenómenos como El Niño o cambios en las corrientes oceánicas y en absoluto relacionado con el aumento del CO2.
El informe del senado incluso se preocupa de desmentir algunos "mitos" calentólogos como que el mítico paso del noroeste, la ruta marítima que bordea Norteamérica por el norte, no se había podido atravesar sin buques rompehielos hasta los últimos años; la realidad es que tan pronto como en 1905 lo había hecho nada más y nada menos que el famoso explorador Roald Amundsen, un logro que se repitió en varias ocasiones en los años 40.