A los lectores de Libertad Digital no les gustan los osos. Pues amar y proteger a los animales es amar y proteger a la creación divina, y tienen tanto derecho a estar en este mundo como nosotros. Es más, a mí me gusta que existan y que estén protegidos. Lo que sí espero, considerando que serán solo unas pocas decenas de individuos,es que se les instalen collares de seguimiento para prevenir daños mutuos.
He aquí la religión ecologista y su dogma de la protección de las especies. La reintroducción del oso crea muchos problemas, sobre todo a quienes viven en su territorio, y - que yo sepa- no aporta nada (salvo a los cuentistas que se lucran con esas milongas).
Hasta que lleguen a los Picos de Aroche, entre Huelva y Badajoz, como existían en el pasado, aun nos queda un poco que andar.
¿No será el oso Yogui promocionando la nueva película?
Espero que no acabe emborrachado y acribillado por algún monarca, como el pobre Mitrofán.
Pues bienvenido sea el oso, todo lo que sea proteger a las especies, incluido el ser humano, me alegra
Joder, al final va tener más protección este oso que nosotros. O sea que entre el maltrato, la protección y demás, me voy a pasar a animal irracional que me irá mejor.