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Los corales: una máquina de fabricar clones

La descendencia del coral tiene una capacidad única para formar clones genéticos de sí misma, antes de asentarse y convertirse en corales adultos.

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Científicos del Instituto Australiano de Ciencias Marinas -AIMS, por sus siglas en inglés- han descubierto una estrategia reproductiva hasta ahora desconocida en los corales, añadiendo otra dimensión a la comprensión de sus complejos ciclos de vida. El estudio, publicado en Science, muestra, por primera vez, que la descendencia del coral tiene una capacidad única para formar clones genéticos de sí misma, antes de asentarse y convertirse en corales adultos.

Los descendientes del coral son, generalmente, resultado de la reproducción sexual, los huevos son fecundados, ya sea antes o después de ser liberados en el agua circundante. Estos óvulos fecundados son transportados por las corrientes oceánicas antes de establecerse en nuevos lugares. Los clones de coral, por otro lado, son réplicas genéticas del coral que los produjo. Por ejemplo, si las ondas generadas en una tormenta rompen una colonia de coral, las partes remanentes pueden sobrevivir como individuos independientes, pero idénticos genéticamente, una facultad que la mayoría de animales no posee.

Los doctores Andrew Heyward y Andrew Negri sospechaban que los huevos fecundados -embriones de coral- también pueden romperse porque, a diferencia de la mayoría de los embriones de otros animales, los embriones de coral carecen de una protección exterior en forma de capa o membrana.

"En una etapa temprana, el embrión se divide en un grupo de células", ha explicado Heyward, quien haya apuntado que, "como esta bola de células carece de una capa exterior de protección, la pregunta que se plantea es si, al ser sometida a cierta turbulencia, podía romperse". Y lo hizo, pero lo que ocurrió a continuación fue aún más sorprendente.

"Para nuestra sorpresa, muchos de los embriones de coral fragmentados comenzaron a desarrollarse y establecerse de la misma forma que sus hermanos, que habían permanecido intactos", continúa Heyward. "Curiosamente, estos embriones fragmentados se convirtieron en versiones más pequeñas de corales infantiles que los embriones completos".

Según informa Europa Press, los científicos fueron capaces de crear estas condiciones de turbulencia en el laboratorio, simplemente mediante el vertido de embriones flotando en agua de mar, a una distancia vertical de 30 cm.

"Esto, efectivamente, imita el tipo de altura de las olas generadas por vientos moderados, un tipo de clima que se encuentra, a menudo, en una noche de desove de corales en la Gran Barrera de Coral", explica Negri, "así que es muy probable que esta fragmentación ocurra regularmente en las noches en que los corales liberan sus huevos. Por tanto, parece que la falta de membrana protectora no es accidental. Casi la mitad de todos estos embriones desnudos se fragmentaron en nuestros experimentos, lo que sugiere que esto ha sido, durante mucho tiempo, parte de los esfuerzos reproductivos de los corales".

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