Paleontólogos italianos y canadienses descubrieron en 2007 el fósil de un dinosaurio emplumado empollando 20 huevos en su nido. El hallazgo ha sido descrito en un artículo del último número de la revista científica PLoS ONE.
El animal descubierto fue bautizado como Nemegtomaia, que significa "madre de Nemegt" –en honor a la Formación Nemegt de Mongolia, donde el fósil fue hallado-. Se trata de un dinosaurio terópodo ovirraptórido, que vivió hace 70 millones de años y que no superaba los tres metros de longitud.
Durante gran parte del siglo XX, los paleontólogos tuvieron una concepción equivocada de esta familia de dinosaurios. El primer ejemplar fósil de Oviraptor fue descubierto en la llamada Tercera Expedición al desierto de Gobi, en 1924, al lado de un nido de Protoceratops, un pequeño herbívoro que vivía en manadas. Se creyó que Oviraptor murió mientras intentaba alimentarse de los huevos de Protoceratops, de ahí que se le llamara "ladrón de huevos".
Sin embargo, los científicos han descubierto posteriormente que los ovirraptóridos eran dinosaurios omnívoros, y que en su dieta, además de huevos, se incluían invertebrados y vegetales.
La expedición realizada en 2007, dirigida por el paleontólogo canadiense John Philip Currie, descubrió dos ejemplares de Nemegtomaia, encontrándose uno de ellos sobre un nido con una veintena de huevos, en posición de empollarlos.
Al contrario de lo que se pensó en un primer momento, los ovirraptóridos –incluido el Nemegtomaia- eran buenos padres, y los paleontólogos creen, incluso, que los adultos se turnaban a la hora de empollar los huevos. Este comportamiento es similar al de la mayoría de las aves actuales, con las que se cree que estos dinosaurios particularmente estaban estrechamente emparentados.