Pues muy sencillo Sr. ProfeDeM:
Sabe que si tiramos una piedra suficientemente grande, con fuerza o desde una cierta altura, contra un charco de barro, "salpica" trozos de barro. (Uso el ejemplo del barro, pero en realidad valdría cualquier material sólido o líquido). Y seguramente le será sencillo aceptar la intuición acerca de que cuanto mayor es la masa del fragmento, la altura, o la fuerza con la que se tira contra el barro, mayor también es la salpicadura en términos de número, tamaño y altura alcanzada por los fragmentos de "salpicadura".
Ahora pongamos la corteza terrestre como barro, un meteorito con una determinada energía cinética (lo que para el impacto traduciremos como cantidad de movimiento, que tambien es función de la masa y la velocidad del objeto) como piedra y, en el caso de Marte una atmósfera menos densa y un campo gravitatorio menos fuerte que los análogos de la Tierra, para completar el cuadro.
Con este cuadro en mente, veremos fácilmente cómo algunos de los impactos que sufre Marte pueden lanzar al espacio fragmentos con una velocidad mayor que la velocidad de escape del planeta, abandonando la región de influencia gravitatoria de Marte y el resto de objetos cercanos (sus dos lunas, objetos capturados en las proximidades de la órbita, etc..), que eventualmente llegan a interceptar la órbita terrestre. A veces nos impactan directamente, otras la Tierra es la que se los lleva por delante, pero sea como fuere, si el objeto por su masa y composición es capaz de sobrevivir a la reentrada, y lo podemos localizar en tierra, nos da la oportunidad, como en el caso de la noticia, de ver un pedazo de otro mundo, en nuestro propio planeta.
Un saludo.
Y, ¿cómo llega material de Marte a separse de la superficie del planeta, para luego, convertido en meteorito, aterrizar en nuestro planeta?? Sería un buen artículo, y si ya está escrito, un enlace muy pertinente que estuviera enlazado en esta página...
O sea que los fragmentos de piedra caen en Marruecos y en cambio los marcianos caen en España, más concretamente en La Moncloa.
Naturalmente, me refiero a Marciano Rajoy.
Un saludo.
PD: Sí, ya lo sé, es un chiste LH (pero muy LH)