Miembros del IPCC usan correos personales para ocultar sus deliberaciones
Se supone que los informes del IPCC se limitan a recoger el consenso científico. ¿Qué tienen que ocultar entonces los encargados de redactarlos?
Las leyes de transparencia ya han tenido muchos éxitos a la hora de desvelar las vergüenzas de los impulsores de la teoría del calentamiento global debido a las emisiones humanas de dióxido de carbono. Fue una petición bajo la ley británica que el código fuente y los correos electrónicos del Watergate climático fueron reunidos en el CRU (Unidad de Investigación del Clima) de la británica Universidad de East Anglia, aunque luego se negaran a facilitarlos. Parece claro que los miembros del IPCC no quieren que algo así vuelva a suceder.
Christopher Horner, autor de varios libros sobre el calentamiento global, ha denunciado que funcionarios del Gobierno estadounidense están utilizando para comunicarse entre sí y con otros miembros del IPCC cuentas de correo personales para evitar las peticiones bajo la Freedom of Information Act, que obliga a aportar esta documentación a quien la solicite.
Esta práctica ya fue empleada por los implicados en el caso del lobista Jack Abramoff y parece haber sido puesta en marcha tras la llegada de John Holdren a la Oficina para las Políticas de Ciencia y Tecnología (OSTP) de la Casa Blanca, que se encargó de las relaciones con el IPCC por decisión de Obama.
El IPCC ha recibido muchas críticas por su opacidad y la facilidad con que parece equivocarse, siempre del lado del catastrofismo, incluyendo como fuente literatura no científica. Su director, Rajendra Pachauri, prometió mejorar los mecanismos de gestión interna para reducir estos problemas, pero estos cambios no estarán listos para el próximo informe, cuya publicación se espera para 2014.
Temas
En Tecnociencia
Servicios
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura