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Descubren un planeta como el de 'La Guerra de las Galaxias'

Los científicos le han dado el nombre de Kepler-16 B, y gira alrededor de dos soles, como el planeta de Anakin y Luke Skywalker. (Volver)

punt dijo el día 19 de Septiembre de 2011 a las 12:04:15:

[Cualquie] No digo que sea imposible, pero me parece altamente improbable la existencia de esa enana marrón que postula el señor Muller.

Tal vez una estrella de esas características no sea visible, pero debe por fuerza tener una notable emisión de radiación en otras partes del espectro electromagnético. Si no me equivoco, actualmente se ha cartografiado ya todo el firmamento a resoluciones medias y bajas (comparadas con lo que se alcanza al estudiar una región con detalle), y algo como una enana marrón debería haber aparecido con bastante claridad en esa cartografía.

Desde luego, siempre cabe la posibilidad de que tal estrella se haya escabullido de la vista de los telescopios, tal vez porque su posición haya cambiado entre foto y foto, pero me parece una posibilidad muy improbable dado que su lejanía debería obligarla a recorrer su órbita con extremada lentitud.

Además, un objeto semejante en órbita alrededor del Sol debe por fuerza alterar fuertemente las órbitas, como mínimo, de los objetos que forman la nube de Oort, de donde provienen los cometas de ciclo largo, provocando alteraciones en el patrón probabilístico de orígenes de dichos cuerpos. Naturalmente, los planetas exteriores tampoco serían inmunes a la influencia de esta compañera marrón.


[santisev] Desde luego, la opción de dos estrellas muy alejadas en torno a una de las cuales haya un planeta habitado parece lo más razonable. El problema es que ese planeta tendría limitada la distancia a la que pueda situarse de su estrella, para no ver su órbita demasiado influenciada por la compañera lejana.

Además, no tengo tan claro que la órbita de ese planeta pueda ser demasiado estable. Desde el momento en que el planeta no puede estar demasiado "pegado" a su estrella (en cuyo caso hablaríamos de un erial como Mercurio y no de un vergel como la Tierra), su órbita debe por fuerza verse influenciada de manera notable por ambas estrellas, adoptando una trayectoria elíptica que "caiga" en su afelio hacia el centro de masas de ambas estrellas (parto de la base de que en tal disposición de estrellas y planetas, todos los cuerpos del sistema se ubicarán probablemente en una eclíptica que una ambas estrellas).

Una órbita excéntrica como la que ese hipotético planeta se vería forzado a adoptar provocaría un clima con brutales oscilaciones entre una época calurosa (en su perihelio) y un invierno gélido (en su afelio). En cualquier caso, un entorno bastante hostil a la aparición de la vida.

Un saludo.

Cualquie dijo el día 19 de Septiembre de 2011 a las 01:01:09:

Hay que pensar que nuestro propio sistema podría ser un sistema binario según un físico de Berkeley llamado Muller; la compañera del sol sería una enana marrón la cual ya tiene nombre para cuando -si fuera cierta la hipótesis- sea descubierta: Némesis. Como la diosa griega de la venganza.

santisev dijo el día 18 de Septiembre de 2011 a las 22:17:39:

Punt,

Si nos referimos a un sistema binario en el que las dos estrellas giran una entorno a la otra a una distancia considerable, si que puede haber más probabilidades. Un ejemplo de ello es el sistema Alpha centauro.
En el caso de un planeta orbitando dos estrellas coincido totalmente contigo.

2 dijo el día 18 de Septiembre de 2011 a las 20:19:22:

Muy razonable, Punt.

Feynman dijo el día 17 de Septiembre de 2011 a las 09:36:22:

Punt, muy buena exposición. Sobre las posibilidades "exóticas" apuntadas, cabe comentar que la mayoría son extremadamente improbables dado que, al formarse los sistemas solares por acreción de un mismo disco de polvo interestelar, planetas y estrellas suelen compartir plano de traslación y sentido de ésta.

La captura a posteriori de objetos celestes, que sí podría dar lugar a esas alternativas, es un fenómeno muy inverosímil dada la excepcionalidad de éstos en el enorme vacío del espacio interestelar.

No sé si tal vez un planeta podría describir una órbita compleja en la que fuese pasando del entorno de una estrella al de la otra pero, como en los otros casos, la situación climática sería también extremadamente cambiante.

punt dijo el día 16 de Septiembre de 2011 a las 16:34:16:

Dice este científico que "Teniendo en cuenta que la mayoría de estrellas de nuestra galaxia son parte de un sistema binario, esto significa que las oportunidades de vida son mucho más amplias que si sólo se forman los planetas alrededor de estrellas simples".

La verdad, no veo que eso sea tan fácil.

Un planeta que gire en torno de una estrella binaria deberá, para ser medianamente estable, estar muy alejado de ésta (hay que tener en cuenta que una estrella binaria consta de dos estrellas girando en torno a un centro de masas común; cualquier planeta que orbite en torno a ambas debe evitar acercarse a la órbita de la estrella que más se aleje de este centro, y alejarse MUCHO para poder compactarse sin acabar siendo un cinturón de asteroides).

Así pues, un planeta tan alejado será, con mucha probabilidad, un gigante gaseoso (inhábil para la vida, al menos tal y como la conocemos en la Tierra, y no me refiero a como conocemos el resultado de la evolución sino a como conocemos el mismísimo entorno que ha posibilitado esa evolución).

Además, el planeta en cuestión será alternativamente calentado y enfriado dada la alternativa cercanía y lejanía de ambas estrellas. Así, la energía que reciba el planeta sólo podrá ser medianamente estable si las estrellas son muy pequeñas (poco masivas, órbitas pequeñas), en cuyo caso no darán suficiente calor al planeta. Si son estrellas más grandes, tendrán órbitas tan grandes que cualquier planeta deberá estar alejadísimo de ellas y, además, sufrir largos ciclos de intenso calor y frío.

Ciertamente, hay posibilidade bastante exóticas (un planeta que tenga una órbita polar, perpendicular a la eclíptica de las estrellas... uno que orbite cerca de una de las estrellas, siendo la otra una compañera lejana... uno que no orbite, sino que caiga en línea recta hacia el centro de masas de ambas estrellas, de forma perpendicular a la órbita de estas, como recorriendo el eje de un giróscopo mientras las estrellas recorren su disco... pero no veo cómo en esas condiciones pueda surgir algo que requiere unas condiciones tan "estables" (tómese con las debidas reservas) como "la vida".

Así pues, es muy interesante el descubrimiento, pero no creo que ello suponga un gran avance en la búsqueda de vida extraterrestre (nótese que el científico pertenece al proyecto SETI, lo que puede justificar su referencia a la búsqueda de la vida extraterrestre ante un descubrimiento que tan poco puede aportar a ésta)

Un saludo.

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