Después de 14 meses de acceso anticipado, Conan Exiles finalmente alcanza la versión final del juego de supervivencia. Tras ser presentado al público general con una versión provisional hace poco más de un año, el brutal juego de Funcom llega oficialmente a las estanterías digitales de Steam y a las actuales videoconsolas de Sony y Microsoft. Aprovechando las características que moldearon el universo creado por el escritor Robert E. Howard, el equipo de desarrollo noruego ha creado un producto con sumo cuidado, mucho más refinado y sólido que el promedio de sus congéneres. Sin duda, una buena noticia para los amantes de los juegos de supervivencia.
Si por el contrario no conoces el proyecto, Conan Exiles es un título en primera persona con tendencia clara al multijugador que nos sitúa en el universo de Conan. Aquí, los jugadores deben sobrevivir en un mundo salvaje, construir su reino y dominar a sus enemigos en combates y guerras. Ahora que hemos pasado unos intensos días buscando suerte entre oasis, formaciones rocosas y tierras desoladas, nos disponemos a repasar las características de la producción y descubrimos si, finalmente, estamos ante un juego realmente digno de la franquicia encabezada por el noble cimmerio.
Crucificados bajo el sol abrasador
Despiadado, fiero e implacable como cualquier juego de su especie que se precie, Conan Exiles inmediatamente abandona al jugador a merced de sus acciones. Vaya por delante que Funcom no tiene la intención de revolucionar los cánones del género de supervivencia, pero el hecho de presumir de un proceso de producción tan virtuoso es suficiente valor como para comenzar a figurar como uno de los nuevos referentes de género. Lo anterior, seguramente no habría sido posible sin la necesidad de mostrarse al descubierto desde sus inicios, un ejercicio de honestidad sin tapujos que va implícito en el sistema de acceso temprano propuesto por Valve.
Tras una mínima secuencia de video que sirve de introducción y nos explica nuestro papel como imputado por un tribunal indefinido, ahora exiliado y crucificado en el desierto por un delito del cual no sabemos nada, Conan Exiles nos lanza directamente al sistema de creación de personajes, que lejos de mostrarse roñoso con la personalización incluso faculta la posibilidad de intervenir directamente en el tamaño de los órganos genitales de nuestro alter ego, ya sea hombre o mujer. Además de esta funcionalidad –que sinceramente no deberíamos pasar por alto–, también es posible encontrar cantidad de opciones para personalizar tanto en lo que respecta al tamaño como a las singularidades faciales. En el proceso también se debe seleccionar una deidad protectora entre las disponibles en el panteón tradicional de las aventuras de Conan.
Ahora sí, con el personaje recreado al detalle y tras morir de sed (por primera vez) comienza una aventura que nos llevará a deambular bajo un sol abrasador atravesando un cementerio de cadáveres crucificados que junto a varias ruinas marcan los primeros pasos del camino. Estos momentos iniciales son indudablemente las etapas más complejas del juego. La premisa narrativa irá adquiriendo fuerza a la velocidad que marca el jugador, con una densa red de objetivos que gradualmente se tornan más complejos, todos agrupados en una sección del menú. Las primeras tareas sugeridas son más simples y desempeñarían el papel de tutorial para aquellos que afronten la primera experiencia con el género. No es obligatorio permanecer muy atento y realizar los requerimientos en el orden que se establece, pero es la forma adoptada para aprender gradualmente todos los mecanismos básicos y hacerse una ligera idea de cómo desarrollar este viaje personal. Insistimos, no obstante, que esta etapa inicial del juego es muy necesaria, esencial para desenvolverse en un entorno tan riguroso e intransigente. Siguiendo las pautas tan solo nos llevará un par de horas familiarizarnos completamente con cada dinámica y menú.
Aunque la versión comentada corresponde principalmente a PlayStation 4, anteriormente hemos tenido la oportunidad de probarlo a fondo para PC durante la fase de acceso temprano, y en virtud del trabajo realizado no se percibe en la transición a consola una necesidad real de usar ratón y teclado, incluso en algunos aspectos, como el sistema de combate, el título gana con el mando de control en las manos.
Creciendo sin descanso
Aquellos que hayan seguido la producción desde su implantación en el acceso temprano, saben que Conan Exiles ha experimentado enormes cambios durante el último año. Los desarrolladores han mantenido el juego en constante evolución, expandiendo la gama de posibilidades actualización tras actualización. Otro elemento distintivo de la producción es la relevancia que el estudio ha otorgado al renovado sistema de combate. Tras una cantidad interesante de actualizaciones, comenzar una pelea en la edición comercial del juego es mucho más divertido, gracias a duelos tensos, fluidos y precisos, tanto con armas blancas, de corto alcance, como blandiendo instrumentos que hacen daño a larga distancia. Sin entrar a valorar cuestiones derivadas de la técnica, no se puede destacar una versión del juego por encima de otra, pues el verdadero núcleo lúdico se compone, como se puede suponer, por la elaboración de elementos y la interacción con el hostil entorno que nos rodea, sus habitantes y otros jugadores humanos con los que compartimos servidores.
Volviendo a los menús navegables con el controlador, su funcionamiento es sencillo en virtud a un menú radial que da acceso rápido a objetos que tenemos en el inventario. Aunque ofrezca la impresión de ser una obra compleja, el funcionamiento es sencillo cuando se dominan las bases: podemos vagar libremente por la naturaleza en busca de recursos para construir armas, objetos, muebles y con un poco de perseverancia, incluso auténticas fortalezas capaces de extenderse varios kilómetros y torres imponentes desde las que tomar una posición estratégica privilegiada. Tras acumular la experiencia necesaria e ir aumentando de nivel, tenemos la oportunidad de multiplicar considerablemente el número de objetos a nuestra disposición, que van desde simples herramientas hasta conjuntos robustos de construcción, creación, armas y armaduras. Algunas horas de juego después de haber fabricado nuestra primera cama con dificultad, comenzamos a construir un hogar. En este punto te recomendamos buscar una ubicación estratégicamente situada lejos de miradas indiscretas y equipada con paredes sólidas, fuego, arcones para guardar materiales, una cama cómoda y algún mueble adicional. Por suerte, los arquitectos de las desoladas tierras de Conan el Bárbaro cuentan con un instintivo sistema que permite que cada pared u objeto pueda fabricarse individualmente y combinarse con otros elementos sin ningún tipo de limitación.
El descanso del guerrero
Aunque la idea de establecerse en tan cómodo asentamiento y entregarse a la vida sedentaria es una perspectiva muy respetable, lo más razonable es continuar explorando poco a poco y con sumo cuidado las tierras circundantes. En este aspecto, el mundo de Conan Exiles se encuentra habitado por cantidad de criaturas monstruosas que descubrir y con las que pelear, que se plasman segmentando los peligros naturales, biológicos, animales y ambientales. Después de todo, la belleza de este tipo de obras radica en la gran libertad que aportan. También en la forma de jugar. El título de Funcom nos brinda la oportunidad de jugar en línea y en modo para un jugador: como máximo se permite la incorporación de algunos amigos en una sesión mini-cooperativa. La decisión de tratar con nuestras aventuras en solitario es la opción más sensata para los jugadores novatos. Aunque jugar a Conan Exiles es mucho más agradable en compañía, tal vez en los servidores oficiales encuentres más enemigos humanos de los que esperabas, de modo que sin la experiencia y elementos necesarios para defenderte es muy probable terminar cayendo a manos de otro jugador. De acuerdo con nuestra experiencia, lo ideal, por el momento, es centrarse en los servidores PvE, es decir, aquellos en los que no es posible llegar al enfrentamiento directo entre jugadores humanos. De esta manera la desarrolladora es capaz de eliminar de raíz uno de los peores enemigos de los juegos de supervivencia en línea: los ataques de los usuarios más poderosos, que por alguna razón parecen sentir una inexplicable satisfacción en complicar continuamente la vida de los recién llegados.
Durante nuestras incursiones en los servidores de PS4, no nos hemos topado con ningún problema de conexión o picos de latencia dentro del juego. Si desde el punto de vista de la conectividad las cosas parecen estar en auge, el plano técnico después de pasar más de un año mejorando la faceta plástica y ampliando sus características, ha logrado un equilibrio óptimo entre funcionalidad y calidad. Esto permite a sus creadores alternar entre localizaciones muy diferenciadas y traicioneras, ya que cualquier jugador puede en todo momento encontrar la muerte a manos de criaturas gigantescas y crueles. El conjunto está ampliamente compensado por un sistema de juego desbordante de posibilidades y por la magnificencia de un siempre interesante enorme mundo. Personalmente esperábamos algunas imprecisiones en el manejo de las colisiones y determinados errores técnicos, pero incluso el sistema de combate resulta mucho más avanzado de lo que habíamos esperado a tenor de las primeras etapas de acceso temprano.
Conclusiones
Uno de los grandes movimientos de la era moderna dentro del mercado de los videojuegos, dejando de lado los MOBA y Battle Royale, definitivamente corresponde a los juegos de supervivencia. No obstante, la sostenibilidad de estas obras depende de un imperecedero estado de transformación. Los cambios realizados en el juego durante los últimos meses y la intención de la desarrolladora de seguir trabajando para ampliar y mejorar el título, permiten divisar un futuro muy prometedor para Conan Exiles, una experiencia que a fin de cuentas deja un calado más profundo que una mera relación de características, pues nos reafirma que todavía hay hambre de supervivencia.
La apuesta de Funcom ya es uno de los títulos más exitosos de los 25 años de historia de la compañía. Por lo general, la tarea de un crítico obliga a sopesar bien su opinión, no quedarse atrapado por juicios basados en criterios personales y poco cuantificables, algo desconcertante en muchos casos, pero en esta ocasión podemos asegurar que Conan Exiles es lo suficientemente cruel y profundo como para aportar casi inmediatamente las sensaciones correctas. El universo literario creado por Robert E. Howard se presta perfectamente a una experiencia de juego feroz y primitiva, basada, en parte, en el abuso físico y social. En resumen: si te gusta el género y la supervivencia es tu fuerte, no deberías perderte Conan Exiles. ¡Por Crom!