Dynasty Warriors continúa avanzando inexorable en su lucha. Fue en febrero de 1997, cuando Omega Force y la actual Koei Tecmo inauguraban el género Musou con un título para PlayStation 2 que quedará para siempre en la historia de la industria. Una marca que inevitablemente invoca un determinado estilo que, a pesar de los constantes refinamientos y mejoras introducidas en cada nuevo juego, se ha mantenido relativamente similar a lo largo de dos décadas, sin poner en práctica demasiadas renovaciones y dando lugar a numerosos spin-offs, que han mantenido intacta la fórmula sin dejar de cosechar éxitos.
Por este sentido del inmovilismo demostrado por Koei Tecmo, cuando se anunció en diciembre de 2016 Dynasty Warriors 9, los primeros datos del juego despertaron un nivel inusitado de curiosidad. Omega Force pretendía introducir una estructura de mundo abierto en la entrega, algo sin precedentes en la serie que revolucionaría muchos aspectos de la experiencia. Ahora tras emplear una enorme cantidad de horas de juego en PlayStation 4 Pro y PC, algo tenemos claro: Dynasty Warriors nunca ha estado tan cerca de un RPG de acción como en este momento.
China en un único e inmenso mapa abierto
A pesar de convertirse en una de las opciones de diseño más comunes actualmente, no parece tan sencillo adaptar todos los conceptos de una franquicia a un sistema de mundo abierto, de modo que parecía algo natural esperar cierto recelo por sus seguidores. La cuestión era si Dynasty Warriors, en su primer juego desarrollado específicamente para la actual generación, sería capaz de abandonar con acierto sus fórmulas preestablecidas a lo largo de los juegos anteriores por la ambiciosa tarea de representar toda China en un único e inmenso campo de batalla. De hecho, cruzarlo de punta a punta nos puede llevar hasta dos horas. Pero no hay que preocuparse, hay medios de transporte para evitar tortuosos desplazamientos que repasaremos más adelante.
El cambio de planteamiento en Dynasty Warriors 9 no solo afecta a las áreas de batalla, también incide en todo el juego de diversas formas, tanto en el combate, como en el modo en el que se cuenta la historia y en el aumento de algunas características que antes estaban presentes, pero que aquí se vuelven más comunes y afectan a la experiencia del jugador. Lo hace con la precisión histórica que aporta el marco de Los Tres Reinos, una de las obras más importantes de la literatura china, desde el punto de vista de 83 personajes diferentes repartidos en distintas facciones.
La serie pocas veces ha mostrado unos resultados tan sólidos como en esta entrega, muy solvente a la hora de capturar la historia que inspira cada una de las facciones, desde la Revolución de los Turbantes Amarillos hasta la unificación de China. Esto nos permite explorar el territorio tal y como era cuando los señores de la Guerra feudales luchaban por el dominio de la tierra, los últimos días de la dinastía Han y la aparición de la era de Los Tres Reinos.
Una trama repleta de antecedentes históricos
Jugar el modo Historia con cada una de las facciones es fundamental para desbloquear todos los personajes que incluye el título y visto el elevado nivel de intrigas políticas y la complejidad de la trama, pasar por todos los personajes y conocer su implicación es la única forma de entender los acontecimientos en su totalidad. Hay muchos más diálogos y escenas narrativas que en juegos anteriores, pero a diferencia de estos, Dynasty Warriors 9 llega a nuestro país con voces en inglés que se acompañan de subtítulos y textos de pantalla en castellano, algo que permite un juego accesible a todo tipo de público.
En general la historia es increíble y los diálogos están muy bien escritos, haciendo de la narrativa un enorme placer para los interesados en la apasionante cultura e historia china. El título se divide en trece capítulos y nos sitúa principalmente en el papel de Cao Cao, el fundador del reino Wei durante el período de los Tres Reinos, con la posibilidad de desbloquear otros guerreros y controlarlos dentro de su propia historia.
La renovación que necesitaba el sistema de combate
Pero hay algo más importante que los acontecimientos que narra el juego, lo que convierte a Dynasty Warriors en una franquicia tan famosa y conocida: el personal sistema de combate hack'n'slash "uno contra miles" que hace al jugador sentirse como un héroe todopoderoso contra hordas de soldados y generales de ejércitos rivales. En ese punto, Dynasty Warriors 9 alcanza su mayor nivel en la serie.
Los comandos del juego se han reformulado y si anteriormente las batallas implicaban varias combinaciones de ataques débiles y ataques fuertes, ahora disponemos de un nuevo sistema de Ataques a raudales (Flow Attacks), Ataques Reactivos (Reactive Attacks) y un nuevo tipo llamado Ataques Desencadenados (Trigger Attacks), usados para aturdir, lanzar a los enemigos en el aire, o propiciar un tipo especial de ofensiva, todo, por supuesto, combinado con los movimientos especiales conocidos como Ataques Musou. Cada uno de ellos inflige de forma progresiva más daño. Los primeros provocan el comienzo de un combo, que nos lleva a poner en práctica los Flow Attacks, que se adaptan al estado del enemigo; tener éxito en los combos permite poner en práctica un ataque final, con el que dar un golpe definitivo para acabar con los enemigos que se encuentran a nuestro paso.
Este solvente cambio en los combates aporta nueva vida al sistema tradicional de batalla en el que se había instalado la franquicia, sobradamente probado, aunque reiterativo, aportando, de hecho, un nivel de profundidad muy superior a un sistema que ya era inmensamente solvente. Los combates montados a caballo, por ejemplo, son muy divertidos y la posibilidad de utilizar arcos y flechas con diferentes características añade más variedad y evita en cierto modo que termine por volverse repetitivo, aunque haya que disputar miles de batallas, pues las acciones se adaptan en mayor medida al ambiente y las características del personaje.
Los efectos del cambio a mundo abierto también se perciben nítidamente en las batallas. Antes, el jugador acumulaba miles de enemigos derrotados en cuestión de minutos debido a la proximidad de las bases y el corto espacio de tiempo disponible para rematar el objetivo. Ahora, por el contrario, hay más distancia entre ellas, haciendo que el jugador perciba la batalla de un modo más real que en anteriores juegos. Hay también muchas posibilidades de encontrarse con bandidos y animales como lobos u osos a lo largo y ancho del mapa, que añaden una variedad interesante al tipo de enemigo que el jugador enfrenta normalmente. No podemos dejar de advertir que la vida animal en Dynasty Warriors 9 resulta completamente salvaje, y en la mayoría de las ocasiones es mejor planear un ataque a un grupo de Osos que lanzarse a por ellos sin preparación, aquí el jugador tiene todas las opciones para caer ante las manadas de animales salvajes.
Adaptando otras influencias
El sistema de mundo abierto y el gigantesco mapa que lo acompaña ha forzado a los desarrolladores a valerse de muchos más elementos RPG. Si bien la serie ya poseía algunos sistemas de progresión y creación, aquí son mucho más pronunciados. Dynasty Warriors 9 constantemente muestra cuánta experiencia y oro se ha recibido con la resolución de cada misión. Para ampliar el espectro de objetivos, siempre se pueden aceptar cantidad de misiones secundarias adecuadas al nivel de la misión principal, pues tanto las misiones principales como secundarias y los enemigos diseminados por el mapa disponen de un nivel recomendado.
También se han añadido otras características comunes en los juegos de mundo abierto, que lógicamente se han adaptado a las necesidades de la franquicia. Por ejemplo: el mapa tiene cantidad de materiales que el jugador debe recolectar para crear nuevas armas, accesorios, objetos, alimento o gemas que se equipan en el armamento para aportar a los ataques tácticos algunas bonificaciones y efectos elementales. Tampoco falta la posibilidad de explorar libremente el mapa, que se mantiene vivo independientemente de la progresión de la historia y tal vez descubramos nuevas localizaciones o reductos de enemigos que nos permitirán reclamar un nuevo territorio. Para movernos por el mapa contamos con varias opciones, como el transporte rápido o la velocidad que aportan los caballos.
No obstante, hay aspectos de la experiencia que hacen pensar en otras influencias, como la localización de torres o atalayas para sincronizarnos con el entorno y revelar la posición de nuevos puntos de interés. Para este el ejercicio, el personaje cuenta con un gancho que le permite superar todo tipo de barreras y que, a la postre, resulta muy útil en las fases de infiltración y sigilo. Sí, aunque hace relativamente poco tiempo parecería impensable, en Dynasty Warriors 9 también hay misiones de infiltración y exploración para descubrir enemigos, hasta acciones bélicas de guerrilla para someter a los mensajeros y exploradores, pasando por realizar sabotajes al abastecimiento de las tropas rivales; tener éxito en estas acciones de combate otorga recompensas, pero más allá, también tendrán efecto a la hora de superar futuras batallas. En líneas generales, la posibilidad de escalar edificios y montañas, blandir ganchos con los que recorrer las murallas y hacer uso de los objetos en batalla aporta un nuevo nivel de dinamismo a la serie.
La belleza de la antigua China
En relación a la parcela gráfica, las texturas y gráficos del juego evocan la belleza de los antiguos territorios chinos. También se perciben mucho más elaborados los nuevos modelados de héroes que cualquiera de los utilizados antes. Las sensaciones aumentan gracias a la implantación de un sistema de ciclos dinámicos diurnos-nocturnos y efectos climáticos como lluvia, granizo y nieve. Estos elementos llaman más la atención porque el jugador pasa mucho tiempo explorando los grandes territorios de China y además de percibirse fieles, son bastante variados.
En PlayStation 4 Pro, la obra ofrece dos modos de visualización diferentes: el primero hace hincapié en la resolución y limita la ejecución del juego a treinta cuadros por segundo; el segundo, centrado en el rendimiento, funciona a sesenta fotogramas en la consola más potente de Sony. Esta segunda opción le permite jugar sin mayores problemas y se muestra muy solvente incluso en combates con decenas de personajes en pantalla. En cambio, las posibilidades de configuración para PC permiten que el propio usuario incline la balanza a favor del rendimiento o la resolución.
Conclusiones
Omega Force y Koei Tecmo han logrado con Dynasty Warriors 9, desarrollar un juego realmente divertido y apasionante que mejora mucho la forma de narrar la historia del Romance de los Tres Reinos; pero hay mucho más, también varía con acierto sistemas y características presentes en la serie desde los primeros juegos y crea una sobresaliente base para los próximos. No se puede negar que éste supone todo un éxito, obteniendo, en líneas generales, resultados por encima de lo esperado sobre todo ampliando el sistema de combate que ha permitido que la serie sea tan querida. Es necesario algún tiempo para adaptarse a los diversos cambios que el juego estrena, pero, tenemos un musou increíble entre manos para disfrutar durante decenas de horas. En resumen, la novena entrega de la serie, puede considerarse el mejor renacimiento posible de la franquicia desarrollada por Omega Force y supone un auténtico punto de inflexión en la serie.