El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, a través de la entidad pública empresarial Red.es, convocará en las próximas semanas una nueva línea de subvenciones para el sector del videojuego que sacará de nuestros bolsillos 6,25 millones de euros, según ha anunciado el secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle.
El Ministerio remarca que la finalidad es "favorecer el desarrollo empresarial de los emprendedores y jóvenes talentos del sector del videojuego, dotándoles de mecanismos eficientes para ejecutar planes de negocio sólidos y ambiciosos y mejorar el posicionamiento e internacionalización de su producto".
Las subvenciones están dirigidas a estudios independientes, pymes o autónomos que presenten proyectos que tengan entre sus objetivos incrementar el tamaño potencial del mercado del producto; aumentar la comunidad de usuarios, clientes y jugadores; mejorar el modelo de negocio; facilitar el acceso a plataformas de comercialización y distribución y/o facilitar la participación en ferias y eventos especializados. En concreto, podrán optar a ellas empresas que tengan un volumen de facturación de hasta dos millones de euros con una antigüedad mínima de seis meses de vida. Las ayudas financiarán programas de hasta 150.000 euros, uno por beneficiario.
La facturación creció un 21% en 2016
El sector productor de los videojuegos en España facturó 617 millones de euros en 2016, un 21% más que en el año anterior, y con un crecimiento del empleo directo del 20%, alcanzando 5.440 profesionales en 2016, según se desprende del Libro Blanco del desarrollo español de videojuegos 2017, presentado este jueves en Madrid.
Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV) desgrana en el Libro Blanco los datos relativos a la financiación, empleo, formación y subvenciones públicas del sector productor de videojuegos en España, y habla de que "por primera vez en los últimos años" la industria española ha entrado en una "fase de consolidación", pese a lo cual parece que sigue haciendo falta que los españoles sigan financiándolo a la fuerza.
Como recoge el Libro Blanco, actualmente existen en España 450 empresas y estudios legalmente constituidos, más otros 130 proyectos a la espera de constituirse. Con respecto a 2016 cuando se contabilizaron 480, los que supone una reducción del 6% de estudios en activo.
El año 2016 cerró con una facturación de 617 millones de euros, un incremento del 21% respecto de 2015 y, según ha expuesto DEV, se estima que el sector tendrá un crecimiento anual del 23,6%, y se prevé que alcance los 1.440 millones de euros de facturación en 2020. Para ese año también se prevé que el sector dé trabajo de forma directa a 11.420 personas, habiendo 5.440 profesionales en 2016.
Además, el sector mantiene la tendencia a la polarización en la ubicación de las empresas en Cataluña y Comunidad de Madrid, que agrupan cada una poco más de un cuarto de las empresas y estudios españoles. La Comunidad Valenciana, Andalucía y el País Vasco reúnen en conjunto otro 28% del total empresarial.
Se trata de un tejido empresarial compuesto principalmente por microempresas (68%), pequeñas empresas (22%) y de tamaño mediano o grande (10%). El 47% de los estudios españoles emplea a menos de cinco empleados, y el 87% factura menos de dos millones de euros, según los datos de DEV. Asimismo, el Libro Blanco recoge que más del 80% de los estudios no existían hace 10 años.
La industria española de desarrollo de videojuegos se consolida con un alto índice de exportaciones, ya que, de media, el 57% de los ingresos de las empresas del sector provienen de los mercados internacionales.
Desde el punto de vista de la financiación, según datos esgrimidos por el informe, en España, el 91% del capital social de las empresas proviene de los socios fundadores. A su vez, el 92% financia sus proyectos con medios propios y el 48% lo hace de los ingresos de su propia actividad.
Desde DEV consideran que es necesario "un ambicioso" plan de apoyo público, que permita la consolidación en España de un ecosistema enfocado a la excelencia y transforme en rentable los estudios ya creados.