'Battlefield 4': el aprendiz se convierte en maestro
Aunque la campaña apenas merezca la pena, el modo multijugador lo hace líder en su género para esta nueva generación de consolas.
Battlefield 4 es el espaldarazo definitivo a la serie de acción bélica en primera persona creada por DICE. Aprovechando la potencia de los nuevos sistemas encontramos uno de los FPS más completos de los últimos años.
Lo mejor
- Visualmente espectacular
- Jugabilidad repleta de posibilidades
Lo peor
- La campaña no está a la altura
- Su funcionamiento online no es del todo perfecto
El trabajo de DICE en Battlefield 4 se podría catalogar como mastodóntico. Habríamos necesitado semanas e incluso meses para exprimir todo el potencial que ofrece su modo multijugador, en el que los suecos han volcado toda su experiencia, llevando las contiendas online a un nuevo nivel. Y es que en esta ocasión más que nunca, la guerra de Electronic Arts se viste de gala para saltar a la red de redes en partidas de hasta 64 jugadores simultáneos (en Xbox One, PS4 y PC). Combates de infantería, vehículos de todo tipo que llegan a incluir cazas de combate, modos de juego variados que buscan e incluso consiguen dar la réplica a Call of Duty: Ghosts... Y todo ello sin perder un ápice de la personalidad y señas de identidad de todo Battlefield, las cuatro clases de soldados incluidas.
De Battlefield 1942 tiene el estilo de juego estratégico y equilibrado. De Battlefield 2 el modo comandante que se puede usar por ejemplo en las partidas del modo Conquista. De Battlefield Bad Company 2 tiene la destrucción masiva y detallada. De Battlefield 3 tiene la reorganización de clases y sistema de evolución de los soldados, detallado a la vez que accesible. Y todo sin perder de vista que lo importante, sobre todo en este cambio generacional, es también aportar algo a toda esta ecuación. Lo consigue con Levolution, al permitir que las partidas sean mucho más dinámicas y dependientes de las acciones de los jugadores, haciendo que no haya dos enfrentamientos iguales.
Puede que la campaña sea una mera anécdota, un tren de la bruja con el que calentar los pulgares antes de meternos de lleno en uno de las contiendas multijugador más ambiciosas, y complejas, que jamás haya visto el género. Los siete capítulos de la campaña condensan unas 6 horas de juego, y siguen al pie de la letra la fórmula heredada de Medal of Honor y Call of Duty. Por supuesto, viviremos las típicas secuencias de "ay, que pierdo el conocimiento" y "oh, me están torturando", amén de conducir algunos vehículos e incluso la ocasión de participar en un combate de lanchas, al estilo de una peli de James Bond o de 1001 juegos del género anteriores.
Todo completamente dirigido y sin brindar al jugador excesivas posibilidades a la hora de elegir lo siguiente que ocurrirá. Por supuesto, hay excepciones y en ocasiones los tiroteos se volverán más abiertos, permitiendo que tomemos decisiones tácticas a la hora de encarar cada uno de los combates. No se trata de nada especial, ya que entre otras cosas el objetivo seguirá siendo matar a todo chino o ruso que se nos ponga a tiro, pero al menos tendremos la oportunidad de flanquearlos, ordenar a nuestros hombres que abran fuego sobre algunos objetivos determinados (mientras nosotros vamos por otro lado) e incluso de agarrar un jeep y cargar de frente sobre el enemigo, a lo Chuck Norris.
Variadas batallas multijugador
Lo predecible de la campaña para un jugador –que no permite la participación de un segundo jugador para cooperar a pesar de que la mayor parte del tiempo estamos acompañados de otros soldados– contrasta con la variabilidad de las batallas multijugador, que no solo hace gala de una increíble diversidad de situaciones, sino que además visualmente resulta tan impactante como cabría esperar. Las máquinas de nueva generación sacan provecho de todo el poderío de Frostbite 3 para hacer de cada cada combate algo único.
Por supuesto el mérito no es sólo del motor gráfico. Gran parte de la culpa la tiene el sistema Levolution que permite llevar a nuevos niveles la interacción entre el jugador y el escenario. En ocasiones serán detalles casi menores, como abrir una puerta o activar un interruptor, pero es en los grandes acontecimientos de cada mapa donde reside en realidad la diferencia. Solo hay que ver un hotel de decenas de pisos derrumbarse ante nuestros ojos, dejando una maraña de escombros y destrucción presidiendo el mapa de Shanghai, reventar una presa e inundar toda una ciudad. O hacer que un satélite caiga en mitad del mapa, cambiando la forma en que los jugadores se mueven... En definitiva, Levolution permite que esta vez más que nunca esté en nuestras manos el hacer nuestras las partidas.
Donde más notaremos la relevancia de este sistema es en el magnífico modo Conquista, con 64 jugadores simultáneos –sólo disponible en PS4, Xbox One y PC–, dado que el resto de modos de juego presentan un menor número de combatientes e incluso nos colocan en secciones recortadas de los mapas. Esto más que resultar una limitación incómoda es así para tratar de equiparar la experiencia de juego de Battlefield 4 con la de CoD: Ghosts, con partidas en mapas más pequeños y tiroteos más frenéticos –si es lo que queremos–. Además, en la actualidad hay algunos problemas que empañan el buen funcionamiento en las partidas más multitudinarias, aunque es previsible que se solucione en unos días/ semanas.
Es loable el esfuerzo de DICE para ofrecer una versión de este título para sistemas de antigua generación. Sin embargo resulta obvio que PS3 y Xbox 360 no dan para más, siendo sus versiones correspondientes un rosario de bugs y recortes que acaban lastrando la experiencia de juego con el título distribuido por Electronic Arts. Es en PS4, Xbox One y PC donde más disfrutaremos de la experiencia de Battlefield 4, con un apartado técnico espectacular repleto de efectos gráficos de todo tipo, destrucción ultradetallada de los escenarios y un modelado de personajes capaz de romper la cuarta pared. La mejor versión sería la de PC, por la mayor potencia de este sistema, seguida de PS4 por su fluidez a pesar de mostrar una resolución de 1080p. El tercer puesto del cajón sería para Xbox One, con menor resolución (720p), pero un mejor tratamiento de las luces y los colores que en la consola de Sony. En estos tres sistemas la experiencia de juego es básicamente la misma, sin que haya una diferencia verdaderamente notable al respecto.
Conclusión
Battlefield 4 es un título de nueva generación que entra por los ojos y sorprende por la amplitud de sus posibilidades una vez estamos en el campo de batalla online, que es donde realmente el título da el do de pecho. Su campaña puede que no sea una gran experiencia, pero no es aquí precisamente donde pasaremos más horas jugando.
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