La saturación de videojuegos de acción en primera persona es evidente. Tan sólo hace falta darse un paseo por cualquier comercio especializado para caer en la cuenta de que son muy numerosos, pero también es cierto que muy pocos pueden destacar ante obras como los Call of Duty o los Battlefield. Y eso fue lo que logró Borderlands con su primera entrega: destacar con un FPS (First Person Shooter) diferente, rebosante de un humor visual y un estilo gráfico cell-shading, que imita el arte de los cómics, y que le sirvió para presentar una serie de buenas ideas sobre un juego francamente divertido.
El tiempo ha pasado, sus seguidores no se cansaban de pedir una secuela y ya la tienen en el mercado: Borderlands 2. Pero Gearbox, el estudio de desarrollo también ha cambiado y crecido con el tiempo, ahora dispone de más y mejores medios, de una inversión superior para terminar de dar forma a la idea, y de la seguridad de contar con un formato divertido y apoyado por su público. De modo que tan solo se tenía que mejorar y pulir el concepto original. Veamos cómo lo han logrado.
El planeta Pandora tiene mucho que contar
Uno de los principales problemas del Borderlands original era el poco peso de su historia, dejando un mejor recuerdo el conjunto de la campaña en el modo cooperativo para cuatro jugadores. En la primera entrega se descubre que existe una cámara acorazada donde descansa un gran tesoro: La caja de Pandora. El jugador asumía el papel de uno de los buscadores que reclamarán fama y fortuna con el descubrimiento. Fin. Básicamente esto era lo que necesitábamos saber para jugar. A excepción de algunos giros hacia el final del juego, el argumento hubiera sido absolutamente desechable de no ser por los magníficos secundarios que presentaba.
En el plano jugable, la chispa la encontrábamos en el cooperativo, el infinito arsenal de armas y las misiones secundarias, mientras el resto se solucionaba en el trayecto del punto A al punto B eliminando todo lo que se cruce para recuperar un elemento y regresar al punto de partida.
Estas misiones todavía perduran en Borderlands 2, pero el trasfondo y el ritmo de la historia le otorgan un sentido del que carecía en la primera entrega. En esta ocasión también tenemos una cámara que guarda un secreto, pero mayor. Por el contrario esta vez nuestra misión será descubrirla antes que la corporación Hyperion, que bajo el mando del nuevo Caudillo de Pandora Jack el guapo, un villano de esos que marcan época y se encuentra convencido de sus principios –aunque estos carezcan de sentido moral– podrá dar al traste con la resistencia. Una punta de lanza para un argumento que tarda en arrancar, pero que una vez coge ritmo se convierte en una constante sorpresa a la hora de proponer situaciones de lo más variopintas.
El argumento como se puede comprobar es bastante más complejo que el guión de la primera entrega, con giros impredecibles en la trama y un ritmo más atractivo para el jugador. En este mismo sentido se mueve el destino de Pandora, el planeta en el que se desarrolla el juego. La primera diferencia que salta a la vista con respecto al original es la complejidad de los escenarios que presenta el juego de mundo abierto, mucho más interesante para la exploración. Además no se desarrolla enteramente en el desierto, algo que puede llegar a cansar y que finalmente ofrece la sensación de haber estado caminando en círculos durante prácticamente toda la experiencia. Aun con todo, el planeta será tremendamente familiar para aquellos que experimentaron el nacimiento de la serie. Y de todos modos, si es la primera vez que visitas este planeta, no te preocupes, rápidamente quedarás fascinado por su geografía.
Nada más comenzar el jugador debe elegir su protagonista entre los cuatro personajes disponibles: Axton, una bestia con piernas que posee la habilidad especial de construir una torreta; Salvador, un pequeño aunque resistente Gunzeker capaz de portar dos armas al mismo tiempo; Maya, una sirena dotada con una serie de poderes que le permiten suspender enemigos en el aire; y Zer0, un silencioso y letal asesino con la habilidad de duplicarse durante unos instantes para confundir al enemigo.
Cada uno cuenta con una serie de habilidades determinadas sobre un árbol con gran cantidad de mejoras que pasan desde cuestiones más generales, como aumentar la capacidad de munición, a elementos más complejos como mejorar las habilidades características de cada personaje. También se han incluido una serie de opciones de personalización para los personajes, lo que permite dar un toque diferente a nuestro protagonista con la elección de nuevos rostros y estilos de peinado; la ropa también puede modificarse, aunque en menor medida, ya que únicamente se pueden variar los colores de los trajes.
Uno de los puntos fuertes heredados del concepto original y que también ha sido mejorado ampliamente, es el gigantesco arsenal que teníamos a disposición en Borderlands, que ahora pasa a simplemente incontable. Es muy difícil encontrar dos armas iguales en el juego, aunque entre las pistolas, los fusiles, las escopetas, cañones, fusiles de precisión, etc., el elemento más importante es el tipo de munición empleado, ya que dependiendo de sus características, bien incendiarias, eléctricas, corrosivas, explosivas, perforantes y demás, se comportará en base a las características de los enemigos para extraerle el mayor número de puntos de vida posible, ya que el número y el rango de enemigos también ha crecido exponencialmente, tanto que es muy complicado enumerarlos o simplemente agruparlos a todos.
Mucho humor marca de la casa
Cualquier jugador que se haya enfrentado a un juego de acción en primera persona conoce cómo funcionan los controles de Borderlans 2. El control es tan sencillo como intuitivo y preciso, algo que en determinadas ocasiones puede abrumar al jugador por la pericia que es capaz de transmitir sobre el personaje. Pero la gran diferencia de la secuela con respecto al resto de juegos de su parcela es la importancia del rango de habilidad del jugador. Ninguna para ser más precisos. En definitiva no estamos ante un juego que sólo se basa en la pericia de quien acumula horas de juego en acertar una serie de tiros a la cabeza o masacrando a cientos de enemigos sin despeinarse.
También es cierto que si el jugador es capaz de realizar estas acciones, mejor, pero no le servirán de mucho si no están equipados con el arma adecuada. En este sentido, tanto la diversidad de armas como de enemigos nos obligan a elaborar diferentes estrategias para avanzar, ya que es posible que el arma más potente de nuestro arsenal y nuestro mejor salto con disparo en la frente, no produzca ningún tipo de daño a un enemigo determinado, y al contrario, ya que se trata de encontrar la forma más adecuada e inteligente de eliminar cada grupo opositor.
Algo que no han perdido en Gearbox ha sido el sentido del humor, además del alto rendimiento que ofrece el juego en casi todos sus aspectos, también aumenta un par de puntos el nivel cómico para adultos que impregnaba la primera entrega para bañarla en esta secuela. Prácticamente todos los personajes que encontramos en el planeta tienen un pequeño monólogo o una divertida conversación que logra esbozar una sonrisa cómplice en el jugador.
Además no hay que olvidarse del regreso de uno de los mejores secundarios cómicos que ha dado la industria en estos últimos años, Claptrap, que no se calla en ningún momento de la secuela y siempre tiene alguna frase ingeniosa o divertida gracias al excelente guión creado para el imprevisible robot. Pero si las líneas de texto añaden ese punto de humor suplementario que tan bien marca la diferencia frente a experiencias bélico-épicas-dramáticas, el concepto se lleva con todos sus elementos a algunas misiones y situaciones que realmente ofrecen un sentido cómico bastante personal, con misiones de tortugas mutantes amantes de la pizza incluidas y otras referencias que hacen del juego una continua sorpresa.
Más divertido cuando se juega en un grupo
Borderlands 2 es un juego muy divertido, pero tiene un problema: a veces puede ser una aventura muy solitaria. Aunque encontramos cantidad de personajes y tenemos muchas líneas de diálogo que exprimir y enemigos que tirotear, con el tiempo, uno no deja de sentirse solo en el desierto. Y aquí es donde se incorporan los elementos en línea, uno de los pilares de la serie que también se ha reforzado tremendamente. Si el jugador tiene amigos para compartir la experiencia en línea ya no hay problema para exprimir el juego al completo.
No obstante, el modo multijugador también debe tener personajes equilibrados, ya que en caso de encontrar mucha diferencia, el juego se desequilibra, mostrando enemigos muy fuertes o muy débiles, o puede entregar botines y recompensas ridículas para los jugadores de niveles más altos. Debido a todos a estos factores el modo multijugador permite una experiencia más completa y divertida, pero al mismo tiempo, exige que los personajes sean de niveles similares para que todos puedan disfrutar de la misma experiencia.
La secuela logra sobresalir en su vertiente técnica con una inteligente utilización del popular motor gráfico Unreal Engine 3 de Epic Games, claro está, con sus comunes y pequeños retardos en la carga de algunas texturas. No obstante el juego se presenta colorido y perfectamente diseñado bajo una dirección de arte que nos lleva desde el desierto de Pandora a zonas montañosas, áreas con una vegetación más frondosa, terrenos helados, presas, hangares, etc.
El ciclo día-noche también es digno de mención con bellas transiciones que deparan pequeños momentos de deleite visual. Animaciones, modelados y demás elementos, así como los efectos derivados de las armas, de la representación de fuego, hielo, arena, etc. también quedan reflejados con mucha solvencia. Las mismas relaciones de calidad y trabajo las encontramos en el diseño de las armas, lo que a buen seguro ha tenido que suponer un trabajo colosal, dada la brutal cantidad de mirillas y detalles que varían de un arma a otra.
También merece mención aparte el excelente trabajo de localización que se ha llevado a cabo en nuestro país, con voces perfectamente reconocibles del cine y la televisión, que a raíz del tono que ofrecen en algunas conversaciones parecen haberse divertido y asumido perfectamente el carácter de la obra. Un lujo que se extiende hasta la calidad del propio sonido, ya que todas las conversaciones en castellano se pueden disfrutar en formato 5.1, un lujo que pocas veces estamos en disposición de disfrutar. Por otro lado, una obra tan larga y con tantos matices como esta, no podía plantarse con una banda sonora de un estilo único, e incluye desde composiciones tipo western en las travesías por el desierto a ritmos electrónicos o de marcado carácter épico en combates y otras en secuencias de acción.
Conclusiones
Borderlands 2 se presentaba como una simple continuación de un buen producto, pero ha resultado ser uno de los juegos más divertidos e interesantes de lo que llevamos de año. Un juego que no solo evoluciona el concepto que acumuló seis millones de unidades vendidas con su primera entrega, también está repleto de cualidades únicas, un argumento interesante, millones de armas, enemigos de todo tipo, misiones inverosímiles, mucho humor, y tal cantidad de sorpresas que parecen no terminar nunca.
Pero lo más interesante, y lo que posiblemente haya logrado el hueco desde ya a Gearbox Software entre los grandes, sea la capacidad de saber evolucionar sin ridiculizar o ningunear a la entrega original. En definitiva, Borderlands 2 no solo evoluciona el concepto, lo amplía, lo magnifica y trae consigo algo de aire fresco y renovado al viciado ambiente que se respira entre FPS. Por méritos propios, uno de nuestros candidatos más firmes a juego del año 2012.