Una de las carreras tecnológicas más urgentes es la mejora de la tecnología de las baterías. Es frecuente que distintos laboratorios y empresas prometan haber encontrado el Santo Grial que nos permita disponer de baterías que aguanten más ciclos de carga y descarga, almacenen más energía en el mismo espacio, sean más baratas y puedan cargarse mucho más rápido, un punto clave para la adopción masiva de vehículos eléctricos. Pero de todas ellas la que parece tener más visos de llegar al mercado son las baterías batería con electrolito sólido, que podrían conllevar todas esas ventajas y además hacer desaparecer el riesgo de incendio de las actuales baterías de ión-litio.
Empresas como Toyota y TDK aseguran estar muy cerca de disponer de la capacidad de producción masiva de este tipo de baterías, pero en este campo el escepticismo nunca está de más. Dyson, por ejemplo, parecía estar en ese grupo hasta hace pocos meses, pero se ha deshecho de sus inversiones en I+D de baterías de estado sólido. Pero ahora una startup china asegura que ha dado ya el paso de empezar a fabricarlas.
Qing Tao Energy Development Co, una empresa surgida de la Universidad de Tsinghua, afirma disponer de la capacidad de fabricar anualmente baterías con una capacidad de 100MWh y espera poder ampliar asta los 700MWh en 2020. Su densidad energética sería superior a los 400 Wh/kg, lo que las pone por encima de las baterías de ión litio más recientes, que alcanzan una densidad de entre 250 a 300 Wh/kg. Pero su capacidad actual de producción apenas les permitiría equipar alrededor de 2.000 coches eléctricos al año.
Tampoco han comunicado otros datos relevantes, como la velocidad de carga o el precio, y aseguran que de momento sus baterías están destinadas a dispositivos especializados, pero que están en comunicación con distintos fabricantes de coches para equiparlos cuando dispongan de una mayor capacidad de producción.