Expertos de la Universidad de Exeter han desarrollado una nueva técnica pionera que utiliza tecnología de nanoingeniería para incorporar el grafeno a la producción de hormigón tradicional.
El nuevo material compuesto, que es más del doble de resistente y cuatro veces más resistente al agua que los hormigones existentes, puede ser utilizado directamente por la industria de la construcción en las obras. Todas las muestras de hormigón probadas están de acuerdo con los estándares británicos y europeos para la construcción.
El equipo de investigación insiste en que la nueva técnica podría allanar el camino para que otros nanomateriales se incorporen al hormigón, y así modernizar aún más la industria de la construcción en todo el mundo. La investigación se publica en la revista Advanced Functional Materials. La profesora Mónica Craciun, coautora del trabajo y del departamento de ingeniería de Exeter, dijo en un comunicado:
Este nuevo material compuesto es un cambio absoluto en términos de refuerzo del hormigón tradicional para satisfacer estas necesidades. No solo es más resistente y duradero, sino que también es más resistente al agua, por lo que es especialmente adecuado para la construcción en áreas que requieren trabajos de mantenimiento y son difíciles de acceder.
Sin embargo, quizás lo más importante es que, al incluir el grafeno, podemos reducir la cantidad de materiales necesarios para fabricar hormigón en aproximadamente un 50 por ciento, lo que lleva a una reducción significativa de 446 kg / tonelada de las emisiones de carbono.
El trabajo previo sobre el uso de la nanotecnología se ha concentrado en modificar los componentes existentes del cemento, uno de los principales elementos de la producción de hormigón. En el nuevo estudio innovador, el equipo de investigación ha creado una nueva técnica que se centra en suspender atómicamente grafeno fino en agua con alto rendimiento y sin defectos, bajo costo y compatible con los requisitos modernos de fabricación a gran escala.