Después de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos comprobara que ZTE vendía productos con componentes norteamericanos a Corea del Norte e Irán, países en la lista negra a los que está prohibido exportar productos de EEUU, llegó a un acuerdo con el fabricante chino. Así, ZTE debía pagar 1.200 millones de dólares, y prohibía que importase productos norteamericanos durante siete años, aunque esta última medida se suspendía mientras no cometiese ninguna infracción durante ese periodo.
Sin embargo, ahora el organismo ha concluido que ZTE mintió durante la investigación a las autoridades norteamericanas y también durante las negociaciones que derivaron en la sanción, al afirmar que había tomado acciones disciplinarias contra empleados involucrados en las ventas prohibidas que en realidad no había llevado a cabo. Debido a ello, el Gobierno de Trump ha decidido aplicar la sanción de siete años suspendida. No es tampoco descartable que esta decisión forme parte de la guerra comercial contra el gigante asiático en la que Estados Unidos ha decidido embarcarse.
La decisión supone un duro golpe en cuanto al hardware. Reuters estima que entre un 25 y un 30 por ciento de los componentes que ZTE monta en sus móviles vienen de Estados Unidos, principalmente de Qualcomm. Pero posiblemente el fabricante podría sobrevivir buscando alternativas, por ejemplo del fabricante taiwanés MediaTek. Sin embargo, hay algo para lo que difícilmente podría buscar reemplazo, y es el sistema operativo Android.
Android es código abierto, así que en principio no debería tener problemas en utilizarlo. Sin embargo, para utilizar las aplicaciones de Google que forman parte de la columna vertebral del sistema operativo, como Play Store, YouTube, Gmail, Maps, Chrome, etc., hay que conseguir una licencia de Google, y según Reuters, fuentes del Departamento de Comercio aseguran que esa licencia estaría incluida dentro de la prohibición de siete años.
Así pues, ZTE podría seguir vendiendo móviles en China como hasta ahora, dado que Google no opera en ese país por las restricciones tanto a las empresas americanas como a las libertades de sus usuarios y por tanto los móviles tampoco incluyen esos servicios. Pero a no ser que creara un ecosistema propio en tiempo récord, no podría vender sus móviles fuera de sus fronteras, lo que supondría un durísimo golpe a uno de los fabricantes chinos con más presencia en todo el mundo.
Se da la circunstancia de que fue precisamente ZTE el seleccionado por Google para ofrecer el único móvil equipado con Android Go en Estados Unidos. Android Go es la adaptación del sistema operativo recortada para funcionar con soltura en teléfonos más baratos y menos potentes. ZTE Tempo Go, con un precio de 80 dólares, estuvo en el mercado un sólo día antes de agotarse y previsiblemente ZTE no pueda legalmente reponer el stock. También colaboraron en la adaptación de Android para las dos pantallas del ZTE Axon M, que puso las bases para que la próxima versión del sistema operativo vaya a funcionar con distintas configuraciones de ese tipo.