Los drones han entrado de lleno en la estrategia militar. Son capaces de introducirse en terrenos de difícil acceso y baja visibilidad, y pueden incluso transportar explosivos. Por eso, no sorprende que la investigación en este campo también busque contrarrestar esta maquinaría.
Se conoce como bazuca antidrones y es un arma capaz de derribar estos artilugios a una distancias de hasta 2 kilómetros. Se trata de un diseño de DroneShield, una compañía australiana con capital estadounidense.
Su nombre oficial es DroneGun, pesa 6 kilogramos y emite señales de interferencia sobre las frecuencias de los 2,4 y los 5,8 Ghz, las usadas comúnmente en los vuelos de drones. Además, está capacitado para bloquear la señales de GPS y GLONASS. Uno de los puntos fuertes de este dispositivo es que puede rastrear al dron, de modo que si éste tuviese función de regreso a su base, el DroneGun podría localizar a los operadores que lo manejan.
Por el momento, no cuenta con la certificación de la FCC,por lo que su venta está prohibida en varios países, incluido Estados Unidos.