El dirigible Airlander 10, presentado en su día como la aeronave más grande del mundo, se estrelló este miércoles en Bedfordshire en el que iba a ser su segundo vuelo de prueba. Aunque inicialmente la BBC informó de que se había chocado con cables de alta tensión, la compañía propietaria, Hybrid Air Vehicles, lo ha desmentido en un comunicado.
En la aeronave viajaban sólo los miembros de la tripulación en el momento del impacto. Según la compañía, todos están bien.
El vuelo de prueba duró unos cien minutos. El accidente se produjo durante las maniobras de aterrizaje y la zona más afectada fue la cabina. La aeronave ha sido trasladada a su hangar y se están investigando las circunstancias del suceso.
El enorme dirigible mide 92 metros de largo y pesa 20.000 kilos. La nave utiliza helio para desplazarse y, según Hybrid Air Vehicles, puede volar hasta dos semanas sin tripulación o cinco días con miembros en cabina. Su fabricación por parte de un consorcio británico ha costado 25 millones de libras ( unos 29 millones de euros).
El zeppelin, que puede despegar y aterrizar de forma vertical y alcanza una velocidad máxima de 148 kilómetros por hora, fue originalmente diseñado por el servicio de vigilancia del ejército de Estados Unidos.
Cuando se realicen las pruebas pertinentes -la primera, hecha la semana pasada, fue superada con éxito- la compañía Hybrid Air Vehicles espera que el aparato, con 38.000 metros cúbicos de helio en su interior, pueda ser empleado para transporte, ocio, vigilancia o comunicaciones.